Después de un montón de postergaciones, finalmente, esta mañana, fue publicada en el Boletín Oficial del gobierno de la Nación la licitación pública para reparar en forma completa el Monumento Nacional a la Bandera. Las obras, una vez ejecutadas, cambiarán sustancialmente el aspecto del emblemático lugar, además de mejorar cuestiones de funcionamiento y confort de los distintos espacios.
La recepción de propuestas está abierta hasta el 2 de septiembre donde se comenzará con la evaluación.
La subsecretaria de Obras Públicas de la Municipalidad de Rosario, Jorgelina Paniagua, se mostró exultante por la noticia: “Es algo que Rosario estaba esperando”, señaló en diálogo con La Capital.
La funcionaria recordó que “venimos trabajando desde hace años para poner en valor al Monumento; especialmente durante la pandemia y a partir de un pedido concreto y determinante del intendente Pablo Javkin un equipo del gobierno nacional comenzó a interactuar con nosotros para poder llegar a la licitación”.
Profesionales de la Dirección Nacional de Arquitectura, dependiente de Obras Públicas de la Nación, interactuó en numerosas oportunidades con los equipos rosarinos que hicieron aportes relevantes para la constitución de los pliegos que incluyen el detalle de todas las obras que deberán realizarse por un monto de 527 millones de pesos.
Si bien en los últimos tiempos se hicieron algunos trabajos, el de esta licitación es el que cambiará en forma sustancial, tanto lo que se aprecia a simple vista como lo que no está expuesto, pero es fundamental mejorar en el Monumento.
Los cambios más visibles se verán con claridad, dijo la funcionaria. Está estipulado que se hagan arreglos clave en el frente del Monumento (en la base de la torre, en la fuente de la proa, en el mástil), se repararán todas las superficies (además del hidrolavado está previsto que se hagan tareas de impermeabilización; además lograrán mantener la mayor cantidad de materiales originales posibles).
Los laterales también se mejorarán con el mismo sistema.
Los copones que se encuentran distribuidos en distintos puntos serán puestos en valor, al igual que el que contiene la llama votiva.
Están previstos cambios relevantes en la iluminación, mejoras en el ascensor (que de hecho volvió a romperse en plenas vacaciones de invierno y viene sufriendo fallas desde hace años en forma continua) y en el confort de la Sala de las Banderas que tiene problemas de temperatura que sufren los visitantes sobre todo en verano.
“Los trabajos son una verdadera obra de arte y se verán esos frutos. Es un día muy importante”, enfatizó Panigua, quien valoró el trabajo de todo el equipo y la colaboración que Rosario prestó para armar junto al gobierno nacional, que finalmente armó la licitación.