“Barcelona: una de las compañeras de las gemelas argentinas contó que las acosaban, las rodeaban, les pegaban y les decían cosas”. “La estremecedora carta de las gemelas argentinas que cayeron desde un tercer piso en Barcelona”. “De Mar del Plata a Barcelona: la trágica historia de las gemelas y que decían las cartas”. El aluvión de noticias nos atraviesa y muchas veces nos deja sin palabras. Umberto Eco habló en su momento de que el exceso de información obtura, censura y creo que es verdad, es así, porque no hay información concreta sobre lo que en verdad ocurrió. Pero se mencionaron algunos temas: se habló de bullying, de acoso, de no aceptación de identidad de género en alguna de las gemelas y también del desarraigo de una familia obligada a emigrar a otro país, a otra cultura.
¿Existirá un hilo conductor en esta historia? ¿Podríamos formular una hipótesis fría y objetiva sobre un hecho tan terrible y descarnado? Quizá no nos quede más remedio, superado el impacto.
Se habla de una familia que emigra a otro país, a otra cultura, se habla de acoso y de bullying, también de una posible cuestión de género en una de las niñas, pero no se habla de los problemas de la convivencia en la diversidad, de la convivencia entre jóvenes en una institución escolar que debía cuidarlas y guardarlas, y de cómo una situación extrema de no aceptación de la identidad de una persona en un grupo, puede llevar a una joven a querer solucionar su dolor quitándose la vida, como si no hubiera más solución y nadie pudiera brindar ayuda.
Algunas definiciones útiles:
• ¿Qué es la convivencia? Si tomamos una definición podría ser “cohesión, percepción de pertenencia de un grupo, a un proyecto o situación común, tolerancia, respeto a los demás cuando sus ideas o prácticas son diferentes a las propias”.
• ¿Qué es el acoso? Una definición posible: toda conducta en la cual una persona o grupo de personas invade la intimidad, hostiga o persigue a otra que es el foco de atención. Es decir, cuando hablamos de acoso, hablamos de maltrato. En particular, en el ámbito escolar tiende a usarse el término bullying aunque no funcionan como sinónimos, dado que el acoso puede surgir sin ser bullying.
• ¿Qué es el bullying? Es el acoso sostenido en el tiempo, es decir, puede ser ejercido sobre una persona por períodos cortos o largos, algunas veces por años si se instala.
• ¿Qué es la identidad de género? La vivencia interna e individual del género tal como la percibe y la siente, de manera profunda, la cuál puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento.
• ¿Qué es el maltrato? Cuando hablamos de acoso o bullying, lo que aparece como sustrato es el maltrato. Lo definimos como una forma de daño, que se definiría como un deterioro que se va instalando en la autoestima y la dignidad personal por el accionar de otra persona o un grupo.
¿Con estos elementos que podríamos pensar? Podríamos imaginarnos a una adolescente en pleno proceso de la constitución de su identidad, buscando un grupo en el cuál reflejarse, constituirse. Una fraternidad de hecho, que no se llegó a instalar. Es más, siendo presuntamente objeto de acoso y maltrato, sintiendo el rechazo de ese grupo con una cultura distinta, hostil, y que tomaba como elemento de maltrato características propias de la identidad, como el acento, pero también la cuestión de su identidad de género. Desde hace mucho la psicología y la medicina saben que ser transgénero no es requisito para ser objeto de atención, sí lo es la cuestión de los efectos familiares y sociales sobre la persona, porque allí está la fuente del conflicto para la persona transgénero. Hablamos de la discriminación que sufren. Los efectos de estos factores combinados pueden ser muy serios si nos ponemos un minuto en los zapatos de alguien en esa situación y edad.