La reforma del Código Civil y Comercial de la Nación, impulsada por el kirchnerismo, entre otros temas, reduce de 35 a 15 metros el espacio de costas libres. Su vigencia será efectiva a partir del 1º de enero de 2016. Si la Cámara de Diputados avala la media sanción del Senado nacional tendrá vigencia a partir del 1º de agosto del año entrante. Gracias a esta modificación se revalorizaron las tierras a la vera de las cuencas hídricas a lo largo y a lo ancho de nuestra geografía. Lo paisajístico renta. Ya no son las imágenes conmovedoras de pintores y poetas, ni la búsqueda de lo natural que se regala a los sentidos. Murallas posmodernas, ganancias inmobiliarias y apropiación de lo público. ¿Todo gracias a cambiar un artículo por otro del Código en base a qué debates, a qué información? Suponemos que cuando una ley es modificada la motivación es favorecer el bien común. En los pocos 15 metros públicos las relajantes caminatas serán en fila, y sacaremos turno para disponer de un espacio para tomar sol, siempre y cuando no podamos convertirnos en felices propietarios o socios de los nuevos emprendimientos. Los espacios públicos son un derecho a ser respetado en beneficio de la comunidad. Como tal, deben ser sostenidos por los poderes de turno, garantizando su mantenimiento, libre y seguro acceso sin discriminación. Los espacios públicos invitan a la socialización, al encuentro con el otro, a la cohesión social y a la identidad con el lugar que habitamos. Salir a lo público nos sostiene en la opción de encuentros y construcción de lazos en situación de igualdad. Las orillas de los ríos navegables estrenan criterio utilitarista, el silencio se apodera de las opciones ambientalistas, del respeto a la biodiversidad, a la lucha por el mejoramiento de las frágiles condiciones climáticas, y atenta contra el sentir popular, siempre de la mano de los espacios públicos.