El movimiento de una pieza depende de las otras. Como si se tratara de un efecto dominó, en Newell’s la ingeniería económica para reforzar al equipo depende por sobre todas las cosas de poder vender primero algún futbolista para luego ir por los que vendrán a potenciar al plantel. Hasta los propios directivos lo aclararon una y otra vez, que sin venta no habrá incorporaciones. Por eso para que se suban nuevos pasajeros al barco leproso, antes deberá bajarse alguno que deje cierto oxígeno en la tesorería. Y en este rubro de candidatos a emigrar se sabe que lo que más cotiza en el fútbol son los goles. Por eso no es extraño que Maximiliano Urruti esté apuntado para cambiar de aire. Y según averiguó Ovación hay gestiones que van tomando forma para lo que puede ser un traspaso. Claro que la cuestión todavía no está resuelta y estos días que se vienen serán clave en este sentido.