El accidentado crucero que se encuentra semisumergido en la costa italiana se movió ayer sobre las rocas en las que encalló, mientras las malas condiciones climáticas interrumpieron brevemente la búsqueda de sobrevivientes y las autoridades elevaron la cifra de desaparecidos a 29 personas.
Luego de que la compañía propietaria del barco culpara al capitán por conducir demasiado cerca de la costa para hacer una "reverencia" a los residentes de la isla toscana de Giglio, la nave se hundió levemente, amenazando con sumergir su enorme casco y 2.300 toneladas de combustible bajo las aguas del Mediterráneo.
El movimiento interrumpió por unas horas las operaciones de rescate para hallar a alguien con vida. Hasta ahora, se encontraron seis cadáveres.
A pesar de vivir horas de desesperación y caos, la mayoría de los 4.200 pasajeros y tripulantes sobrevivieron al accidente sufrido por el Costa Concordia de 114.500 toneladas, que embistió el viernes en la noche una roca y se hundió a causa de un gran agujero en su casco.
Un funcionario de la guardia costera italiana dijo a Reuters a última hora de ayer que se revisó el número de personas desaparecidas y ahora se estima en 29, 25 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. Antes se dijo que eran 16 previas, lo que muestra cuánta incertidumbre aún rodea al desastre.
Un bombero, Luciano Roncalli, dijo que todas las áreas de la parte sumergida ya fueron revisadas, lo que indica que hay pocas esperanzas de encontrar más sobrevivientes.
El ministro de Medioambiente, Corrado Clini, anunció que el Gobierno declarará el estado de emergencia por el riesgo de que el combustible del barco se derrame en las cristalinas aguas del Parque Nacional Archipiélago Toscano, en el centro norte italiano. Hasta ahora no se ha detectado ninguna fuga importante.
Si el mar embravecido causa el deslizamiento del barco hacia aguas profundas y lo hunde o rompe, eso echaría por tierra cualquier esperanza de los propietarios de salvar al crucero de 290 metros de largo, cuya construcción costó cientos de millones de dólares seis años atrás.
Los investigadores dicen que el barco estaba demasiado cerca de la costa y la compañía propietaria, Costa Cruises, señaló que el capitán Francesco Schettino, de 52 años, que fue arrestado, realizó una rápida maniobra para "saludar" a la gente de la isla.
Schettino rechazó los cargos de homicidio involuntario y su abogado, Bruno Leporatti, afirmó que la decisión de su cliente de anclar la embarcación en un extremo para acercarla a la costa luego de la colisión "salvó las vidas de miles de personas".
El presidente ejecutivo de Costa Cruises culpó a Schettino de cometer un error humano. Pier Luigi Foschi dijo que el barco se desvió de su curso y que Schettino había infringido los procedimientos de seguridad. Añadió que los cruceros pueden llegar hasta 500 metros de la costa de la isla.
Investigadores dijeron que el barco, diseñado como un palacio flotante para más de 3.000 pasajeros, se encontraba a 150 metros de la costa cuando embistió la roca.
Un experto en rescates en Giglio dijo que el barco "claramente" se está moviendo. El crucero está recostado sobre una formación rocosa debajo de 15 a 20 metros de agua, pero podría hundirse hasta 130 metros si se desprende de las rocas.
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Ayer se conocieron videos tomados por pasajeros en el momento de la evacuación de la nave que ponen de manifiesto que el operativo de emergencia tuvo gruesas fallas. Los turistas no fueron guiados correctamente y los chalecos y botes salvavidas resultaron insuficientes. Numerosos testimonios coincidieron en que el barco pasó muy cerca de la isla.