En estos días falleció el profesor Alfredo Jorfen, maestro de la cirugía, docente extraordinario y una persona maravillosa. La cirugía está de luto, y yo despido no sólo a mi profesor sino a la persona que me enseñó y marcó junto a mi abuelo y padre el camino de la medicina primero, y la cirugía después. No pude despedirlo y tengo la deuda eterna de no haberle agradecido de muchas otras maneras todo lo que me dejó y todo lo que me ayudó en esta dura profesión de cirujano. Muchas gracias Alfredo, un grande, tu sabiduría estará por siempre. Para despedirte una vieja pero buena frase: "gracias por todo, perdón por tan poco". Para terminar, también mi recuerdo para otro cirujano que también se fue, Carlos Talarn, chau amigo gracias por lo que hiciste. Otro grande.