La Justicia rosarina allanó la sede de la sociedad de Bolsa Guardati Torti SA, que está en concurso de acreedores, y los domicilios particulares de sus socios por la denuncia de un inversor que reclama una presunta defraudación por $ 17 millones.
La Justicia rosarina allanó la sede de la sociedad de Bolsa Guardati Torti SA, que está en concurso de acreedores, y los domicilios particulares de sus socios por la denuncia de un inversor que reclama una presunta defraudación por $ 17 millones.
La Agencia de Investigación Criminal de la Policía local fueron ordenados por el fiscal Mariano Ríos, a raíz de la denuncia de un transportista. Todo comenzó en diciembre pasado, cuando Germán Darío D. fue a retirar un cheque por el valor de la suma que había acordado, tras depositar $ 11 millones de pesos con cheques de terceros en la sociedad y descubrir que esos comprobantes no tenían fondos. "Ordenó una caución, ese pedido no se lo realizaron y cuando fue a mirar el movimiento de la cuenta, se encontró con que los $ 17 millones que había invertido en total ya no estaban", precisó a La Capital Paul Krupnik, representante legal del damnificado, a La Capital On line.
"No había ninguna autorización para mover fondos porque el agente de bolsa, salvo que cuente con un poder especial con instrucción precisa, no puede manipular fondos", apuntó el letrado, quien subrayó que tampoco "podían otorgar cheques, ya que venían defaulteando". Es decir, que "sacaban fondos de esta sociedad para cubrir el desfalco que venían haciendo en el negocio del correacopio de cereales".
Los allanamientos se realizaron en la sede de Guardati Torti SA, en las torres Nordlink de Rosario, y en cuatro domicilios particulares vinculados a los socios de la firma. En uno de ellos la policía secuestró una pistola 9 mm y varias municiones sin registrar, por lo que su ocupante, presidente y principal accionista de la sociedad, Angel Torti, quedó demorado.
La empresa entró en cesación de pagos, en parte impactada por la crisis financiera de Vicentin.