Y para hacerlo, la erudición de Berti le permite apelar a los servicios de un auténtico seleccionado de grandes escritores, más o menos famosos, más o menos ortodoxos, más o menos respetables y respetados. En la lista figuran desde autores virtualmente igorados por el gran público, como el irlandés William Trevor, el italiano Federigo Tozzi o el belga Jacques Sternberg, hasta celebridades como Henry James, Guy de Maupassant, Antón Chéjov, James Joyce, Katherine Mansfield, Ambrose Bierce. Yasunari Kawabata, Dino Buzzati, Francis Scott Fitzgerald, O. Henry, William Somerset Maughanm o Luigi Pirandello, con las argentinísmas apariciones de Julio Cortázar (con su genial La puerta condenada), Macedonio Fernández, Juan José Saer y Ricardo Piglia.
Si bien no todas las elecciones son afortunadas, y algunas hasta resultan absolutamente cuestionables, eso es parte del encanto de este libro. El prólogo y los comentarios de Berti son valiosos aportes para el lector, tanto el novel como el experto, y contribuyen al placer de la lectura.
Vidas de hotel abrirá con seguridad nuevos mundos a quienes recorran sus páginas y a los viejos lobos les permitirá reencontrarse con textos entrañables, de esos que ayudan a justificar la mismísima existencia humana.