Al gobernador de la Provincia de Santa Fe, al intendente de la ciudad de Rosario, al Poder Legislativo y al Poder Judicial. Después de contar tantas veces una noticia que se reitera y oscurece el paisaje de nuestra ciudad con la violencia que va ganando nuestras calles, hemos querido desde el Círculo de Comunicadores de Rosario y la Región manifestar nuestra preocupación. En primer lugar y antes que nada, el respeto a cada una de las víctimas que, desde hace mucho tiempo, enlutan a diario a nuestra ciudad. Nuestra solidaridad con los familiares deudos que sólo esperan, como algo de consuelo, el despertar de conciencia de todos nosotros, especialmente de ustedes, nuestros representantes en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Señores, es demasiada la sangre derramada. No sólo repudiamos la violencia de los criminales que caminan al margen de la ley sin el mínimo respeto por la vida de sus semejantes, también repudiamos la falta de respuesta de ustedes a quienes les prestamos el poder para que nos cuiden. Esa falta de respuestas es también una forma violenta que alimenta la impunidad de los criminales. Señores gobernantes, señores opositores en esto no hay grises: o se es cómplice, o se es inoperante. Ustedes lo sabrán. Lo que nosotros sí sabemos es que desde hace mucho tiempo y muchos gobiernos, nuestro derecho, el más importante y trascendente, como el derecho a vivir y desarrollarnos en paz, ha sido vulnerado. No hay tiempo para seguir diagnosticando, encerrados y cómodos en sus despachos. Ya sabemos cuál es la enfermedad que como sociedad padecemos. Es hora de aplicar políticas que extirpen de raíz este padecimiento. No toleramos las excusas ni los locuaces discursos vacíos de sentido común, los que muchas veces despiertan la bronca de los ciudadanos, hieren a los familiares que perdieron a sus seres amados y ofende la memoria de quienes fueron víctimas de la violencia e inseguridad apropiadoras de nuestras calles, de nuestros sueños, de nuestros proyectos, de nuestro futuro, de nuestros amados. Al mismo tiempo queremos remarcar que no queremos quedarnos en la queja esteril. Queremos sumar voluntades para difundir y comunicar todo aquello que nos ayude a buscar soluciones. Esta carta no está motivada por intereses mezquinos ni partidarios, ya que ninguno de los que ocupan y ocuparon cargos de decisión están exentos de responsabilidades. Soñamos, pero despiertos y alerta, con una Rosario digna de ser vivida. Esta cuna de la Bandera, cuna de la cultura de artistas y de grandes hombres y mujeres, no podemos dejar que la transformen en una gran tumba en la que a diario lloramos a los seres queridos que la violencia, la inseguridad y el narcotráfico nos están arrebatando. Como dice Victor Heredia en su canción Estado de Situación: “Aquí no ha quedado casi nada en pie, mas no desespere, le quiero aclarar, que aunque el daño es grave, bien pudiera ser que podamos salvar todo el trigo joven si actuamos con fe y celeridad”. Suscribimos a ustedes con nombre y apellido, haber si logramos la unión de los que aún estamos vivos para torcer nuestro destino.