Día patrio, próceres y Javier Milei a 400 kilómetros. Un marco ideal para el gobernador Maximiliano Pullaro para plantar bandera en Rosario y flamear el discurso del federalismo.
En el acto del 20 de Junio, el gobernador aprovechó para destacar a Rosario y colocarla como punto neurálgico del interior federal
Por Facundo Borrego
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
El gobernador Maximiliano Pullaro en el acto del Día a la Bandera.
Día patrio, próceres y Javier Milei a 400 kilómetros. Un marco ideal para el gobernador Maximiliano Pullaro para plantar bandera en Rosario y flamear el discurso del federalismo.
La baja de la violencia y la mejora de los índices en seguridad durante lo que va de su gestión le dieron el pie para mostrar un logro palpable a nivel nacional y, sobre todo, un lugar desde dónde hacerlo.
Hasta ahora el gobernador hablaba de la Región Centro y del interior productivo para referirse al federalismo como canal hacia el desarrollo del país, pero desde este 20 de junio le puso nombre a ese punto neurálgico: “Rosario se convertirá en la capital del interior de la República Argentina”.
El sentido es productivo: que vuelva a despertar el puerto y el aeropuerto "dormidos con un propósito" de agentes externos y centralistas para que el "interior no sea el motor que arranque a la República Argentina, que este río no sea la avenida que empuje al desarrollo al país".
Hasta ahora, Rosario era solo la cuidad a recuperar y sacar del pantano. Una vez terminada esa etapa de pacificación propone la de la "reconstrucción".
"Rosario va a ser el eje de regiones, el eje de la Región centro y de la Región Litoral. Rosario se va a abrir al país y al mundo", agregó en sintonía con el eslogan que lanza el gobierno del intendente Pablo Javkin: "Volvió Rosario".
Ahora bien, más allá de la proclama, ¿Cómo se hace para pasar de un drama oscuro y violento a ser la locomotora del tren? ¿Cuántas escalas tiene que hacer antes? ¿Cuánto impulso, recursos, disposición política requiere esa intención para no quedar en una arenga de un día patrio?
Si la decisión del gobernador es que sea la capital del interior deberá actuar en consecuencia. Parece dispuesto a hacerlo. Por eso es una novedad y un mensaje hacia toda la política rosarina el interés del gobernador sobre Rosario como eje, algo que puede abrir una puerta de voluntad política sobre la ciudad “renacida” para el futuro próximo.
Se está yendo a la reconstrucción según los cálculos del gobierno. Y lo primero, antes de ser eje del interior, parece ser convencer a los rosarinos, acomodar la casa ante todo. Una parada será la elección del próximo domingo a concejales por Rosario, cuesta arriba para Unidos, pero con una voluntariosa campaña de Carolina Labayru, candidata del intendente Javkin y de perfil más bien como el de Pullaro.
Otra parada para las pretensiones de la Rosario capital será la autonomía que se trate en menos de un mes en la Convención: ¿Qué relevancia se le dará realmente? ¿Y qué recursos asignarán para llevar adelante la autonomía? No es simplemente pensar en más facultades, sino cuántas y cómo lograrlas.
El “no dejemos que desde Buenos Aires nos roben el protagonismo de la historia” mencionado por el gobernador en el acto es un claro grito federal. Incluso, redobló la apuesta en referencia a que a Rosario, a nivel nacional, la observaban y hostigaban como una sucursal del narcotráfico: “Somos esta ciudad que volvió a ponerse de pie y que exige protagonismo en el país”.
El gobernador no pierde oportunidad para contraponerse al centralismo de la Casa Rosada, un lugar difícil de objetar. Cada tanto le da tono de bélico: “Esta es tierra de caudillos y federales. Cada vez que desde Buenos Aires quisieron callar, estuvo Estanislao López levantando la voz”. Esos caudillos levantaron la voz con batallas; en algún momento el santafesino también deberá darla.
La llave es la diferencia de modelos. Pullaro volvió a ponderar el del interior productivo en momentos clave del plan nacional, que amaga con reformas estructurales, sobre todo impositivas y de distribución de recursos: “La única manera de salir adelante es fortaleciendo el sistema productivo, no con la especulación y el capital financiero”. Un mensaje directo a Milei.
Hubo también lugar para reclamos para que baje “las malditas retenciones”, frase que la Región Centro intenta estampar como eslogan, y para que le afloje a las importaciones que "les pegan a las fábricas”.
Luego insistió: “Por eso, esta Argentina del interior necesita obras de infraestructura, que las rutas estén en condiciones, luz y energía y gas para la potencia de la industria (...) Para eso hay que volver a López y a Manuel Belgrano, a una Nación soberana y federal, y exigir que los recursos que se van vuelvan en obras que necesitamos”.
“Tenemos una certeza: la bandera no se baja, se defiende. La Patria no se entrega, se construye”, sumó. Al lado del gobernador estaba la vicepresidenta Victoria Villarruel, quizás, la figura de la política nacional que venera más que nadie el tradicionalismo y patriotismo. Esto último, a veces, con algún sesgo polémico.
Villarruel, en clara ruptura política con Milei, maneja su agenda y se mueve probablemente pensando en un futuro lejano. Parece conocer dos cosas: su proyección y que la paciencia es clave. Le falta armar, claro está.
Mientras, se muestra y se mueve en distintos ámbitos. Llegó a Rosario y se acopló rápido al gobernador y al intendente, a quienes les agradeció “la invitación”. Aunque no está claro si la invitaron o se invitó.
"Agradeció, muy simpática. Todo muy normal, no hubo tiempo de hablar de política", aclararon en los pasillos del Palacio delos Leones.
Pero ella sí envió un mensaje político. “¿Qué mejor lugar para estar y honrar al general Belgrano?”, soltó como indirecta al presidente, que armó su propio acto en el Campo Argentino de Polo, en el barrio porteño de Palermo.
Villarruel aprovecha la distancia con el presidente y llena agujeros, sobre todo los que deja él. Sabe que esos vacíos de poder se ocupan y que quien lo hace, tiene más chances y ventaja de dar definiciones. Además, la vice tiene una pata en La Libertad Avanza (LLA) pero es proclive a otras variantes. Ahí está su ventana, se verá si se asoma.