Cómo unir las piezas pero sin pasarse, literalmente, de rosca. Esa es la pregunta que se hacen en los distintos búnkers de la oposición santafesina. En negociación permanente, radicales, socialistas, javkinistas y dirigentes del PRO ensayan una respuesta. Armar actividades con ejes que aglutinen y, a la vez, resulten atractivos para una sociedad agobiada por sus problemas y con un estómago cada vez menos resistente a la política electoral.
La posibilidad que hoy pica en punta es una charla sobre educación. El lugar, la ciudad de Santa Fe. La fecha tentativa, principios de noviembre.
El plan original era montar la foto de unidad la semana próxima con los presupuestos nacional y provincial como excusas. Sin embargo, la velocidad del trámite en el Congreso y la Legislatura obligaron a modificar el esquema.
Lo que se mantiene firme es el formato. Habrá un panel con especialistas vinculados a los distintos partidos que se ubican en el amplio espectro no peronista. Los dirigentes se sentarán en el auditorio y al final se sacará la tradicional foto de familia.
Esa fue la modalidad utilizada a fines de junio, cuando la oposición se reunió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). En ese momento el pegamento fue el acuerdo que firmaron Alberto Fernández y Omar Perotti por la deuda histórica con Santa Fe.
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Michlig (UCR), Cunha (PRO), Estévez (PS) y Javkin (Creo), en contacto permanente.
Foto: Archivo / La Capital.
“Estamos buscando temas que sean de interés para la gente y que nos sirvan a los dirigentes para actualizar información y capacitarnos, en la búsqueda de elaborar un futuro programa de gobierno”, dijo a La Capital el presidente del comité provincial de la UCR, Felipe Michlig.
El radicalismo es uno de los principales interesados en el ensamblaje opositor. Otro que se anota en ese grupo es el intendente rosarino. “Pablo está haciendo un aporte muy valioso”, aseguró el senador por San Cristóbal.
En tanto, el PRO y el PS se muestran más celosos de su identidad y ponen condiciones para suscribir el acuerdo electoral. Nacionalizar o provincializar, esa es la cuestión.
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Lo cierto es que la casi certeza de que las elecciones provinciales serán en septiembre calma -un poco- las ansiedades. Da más tiempo para limar diferencias y construir confianzas entre los socios, una cuestión no menor del armado político.
“Esto es como dijo Mostaza Merlo: paso a paso”, deslizaron en el comando central del PRO santafesino.
En el campamento amarillo indicaron que observarán los movimientos de sus potenciales aliados. No quieren que se pongan sobre la mesa definiciones que todavía están crudas. “Para las elecciones falta mucho tiempo”, resaltaron.
En el socialismo el planteo es similar. “No hay espacio para cosas de rosca y no queremos mostrar fotos de políticos para políticos. Queremos mostrar músculo político, instalar ejes que sirvan y abrir a la sociedad civil”, señalaron.
Si todo sale bien, ya está en borradores la siguiente actividad. Será, a propuesta de Javkin, en Rosario. El eje: la Justicia y la inseguridad.