Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte, Agustina Díaz, y Gabriel Nicolás Carrizo con 35, 23, 21 y 27 años respectivamente son, hasta hoy, los detenidos en la causa por el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández perpetrado el pasado primero de septiembre en las inmediaciones del domicilio de la ex primera mandataria. ¿Cómo y por qué terminaron detenidos?
Explicar la situación de Sabag Montiel, llamado “Nando” en el intercambio de mensajes con sus compañeros de banda, no impuso dificultades. Luego de ejecutar el fallido ataque fue apartado por un grupo de simpatizantes, y detenido por la Policía Federal. En los allanamientos posteriores en su domicilio fueron encontradas cien balas repartidas en dos cajas de cincuenta unidades cada una susceptibles de ser utilizadas en su pistola Bersa Lusber 84 calibre 7,65.
El dispositivo más importante de la causa, el teléfono celular de “Nando” fue secuestrado para su posterior análisis. Acción que nunca llegó a concretarse, la información fue “extraviada” por un sospechoso mal accionar de las Fuerzas Federales. El curioso mal accionar en la manipulación de la sensible información que se alojaba en el teléfono del agresor por un dispositivo de seguridad israelí diseñado para justamente no perder esa información da señales de que al ovillo aún le sobran centímetros de hilo para desandar.
Volvemos a los personajes conocidos. Apenas habían pasado 24 horas del intento de magnicidio cuando dos de los hoy detenidos, entre otras personas que se identificaban todos como vendedores de algodones de azúcar, se presentaron ante las cámaras de Telele para desligarse del hecho y denunciar que ellos eran objeto de amenazas anónimas por las acciones de Fernando. Brenda Uliarte esbozo una identidad falsa bajo la luz de las cámaras, bajo el mote de Ámbar y con una expresividad de hielo dijo “me entere de lo que pasó por la TV, y me dio mucho miedo, no pensé que iba a hacer algo así, nosotros solo queremos trabajar”. Gabriel Nicolás Carrizo, bajo la identidad de… Nicolás Carrizo aclara “ nosotros no tenemos nada que ver y recibimos amenazas de muerte todo el tiempo, nos están diciendo que somos un grupo terrorista”.
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Gabriel Nicolás Carrizo y Ambar (Brenda) Uliarte en la entrevista de Telefé, 24 horas luego del intento de magnicidio contra CFK.
Fuente: Captura de TV
A partir del análisis de las cámaras de seguridad, tanto privadas como públicas, de la zona donde se encuentra el edificio en el que vive la ex jefa de Estado, en el barrio de Recoleta, además de otros elementos permitieron dictar el arresto de Brenda Uliarte. Fue capturada, 48 horas después de aquella entrevista en la que se presentó como Ámbar, en la estación Palermo del ferrocarril San Martín por agentes del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA). La auditoría de su celular se transformó en la llave para más descubrimientos.
En los peritajes realizados en su dispositivo móvil aparecen diferentes conversaciones de Uliarte que datan del 4 de julio (dos meses antes del atentado) en las que anuncia a sus interlocutores: “tengo un fierro, lo compre”.
Luego, en una serie de chats con la futura tercera detenida, Agustina Diaz de 21 años, a quien Brenda le dice: "Estoy organizando para ir a hacer bardo a Casa Rosada con bombas molotov y todo. Voy con el fierro y le pegó un tiro a Cristina”. Diaz contesta: “por eso te amo”.
Uliarte continua: “me dan los ovarios para hacerlo, pero la vieja tiene seguridad. No es joda, voy a ir con un grupito con antorchas, bombas, fierro, todo. Me voy a convertir en la libertadora de Argentina”.
El 27 de agosto vuelven las comunicaciones entre ambas y Uliarte le dice a su amiga: “Se me metió el espíritu de San Martín (...) Mandé a matar a la vice Cristina. No salió porque se metió para adentro. Mande a un tipo, basta de hablar hay que actuar”
Agustina le contesta: “Buena idea, ¿cuánto te cobró?”. El día después del atentado se comunica con Brenda para decirle que descarte el teléfono.
Revisando los mensajes se ven planes de mudanza de la pareja Montiel-Uliarte a Recoleta, cerca del edificio de CFK. No es de los barrios más baratos de la Ciudad de Buenos Aires por lo cual, estos planes de mudanza agudizaron las sospechas de la existencia de un entramado superior que provea financiamiento a esta rara cruzada por la muerte. En un chat con Montiel Brenda dice “Cristina vive re cerca, la podemos hacer pija. ¿Sabes que hace falta? Un francotirador…”
“Alberto el próximo sos vos”, subió a su estado de WhatsApp Nicolás Carrizo amigo de Montiel y proveedor-jefe del grupo que supuestamente vendía algodones (copitos) de azúcar. Los investigadores ponen en duda la venta de esta golosina infantil, la cual podría ser utilizada como llamador o punto de reunión para los agresores. Además, ¿cuál es el mercado de los copitos durante las vigilias nocturnas en Recoleta? ¿Hay muchos niños en una vigilia política? El miércoles 14 de septiembre se convierte en el cuarto detenido al ser llamado por la fiscalía para retirar su propio celular que se encontraba secuestrado para la extracción de datos que ayuden a esclarecer la causa. Con el análisis del dispositivo pudimos saber que existía otra arma a disposición de Montiel, arma propiedad de Carrizo y que no fue la utilizada para el atentado pero que estaba prevista para estos fines.
Carrizo le dice en un chat a su hermanastra Andrea “esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal, es un pelotudo. Estamos decididos a matar a la puta esa. Mi amigo estuvo a punto de convertirse en héroe Nacional. Estuvo muy cerca, falló el arma. No lo entiendo, andaba muy bien”.
Hasta ese momento Carrizo creía que Montiel utilizó su arma calibre 22, y no la Bersa que final y milagrosamente no funcionó.
En diálogos de WhatsApp recientemente revelados, el jefe algodonero le comenta a un tal “Jonny White” que tenía planes para el homicidio de Máximo Kirchner. "Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora esta vez", dice Carrizo en un mensaje enviado a las 23:40 del 1 de septiembre, es decir, dos horas después del ataque a CFK. "Están llegando todos. Vamos a tener una reunión grupal", agrega.
El grupo Revolución Federal se encuentra bajo la lupa, quedó comprobada la participación de Brenda Uliarte en sus movilizaciones, también se pueden escuchar audios de sus “dirigentes” incitando a la movilización para que corran balas y sangre. Los escraches con antorchas y guillotinas visibilizan el entramado de un grupo que intenta retrotraer a la Argentina a 1930. En un punto, y con menos alcurnia, sus expresiones recuerdan a Leopoldo Lugones anunciando el Golpe de Estado a Hipólito Yrigoyen exclamando la inminente “hora de la espada” en aquella despreciable revancha clasista.
Las relaciones de los cibernautas de la violencia con Ximena Tezanos Pintos, conocida hasta hace poco como la vecina liberal y piola de Cristina, simpatizante de Lopez Murphy, se vuelven más que sospechosas. Habitaciones de su departamento, ubicado en una planta superior al de la Vicepresidenta, eran susceptible de ser alquiladas al estilo hostel, en una de ellas Vive la abogada del grupo Revolución Federal, una casualidad que incomodó tanto a la Vecina, como a Lopez Murphy y como a los servicios de inteligencia que al parecer nunca sospecharon nada, no investigaron los ataque a Casa Rosada, no visibilizan ninguna de las amenazas lanzadas a líderes políticos y tampoco le parece extraño o peligroso que una 2 veces Presidente y actual vice resida debajo de un hostel.
Lo que empezó como un loco suelto, un lumpen o marginal, hoy transmuto a un grupo de freaks alrededor de copos para consumo infantil, con conexiones de pseudo grupos políticos y defendidos por abogados, como el caso del defensor de Carrizo Gastón Marano, que tienen vínculos con la embajada de los Estados Unidos y también trabajaron con referentes del partido La Libertada Avanza. El ovillo seguirá girando y no sabemos que traerán los hilos, pero de seguro más novedades nos esperan.