Con el clima a favor, se realizó ayer el acto central por el bicentenario del Combate de San Lorenzo en el Campo de la Gloria, donde se desarrolló la tradicional carga de caballería y el desfile cívico militar, ante la presencia de autoridades de todos los estamentos y una expresiva multitud que acompañó cada momento de la ceremonia.
Los festejos habían comenzado el viernes con un encuentro provincial de bandas de música en el Campo de la Gloria. Luego se inauguró un antiguo faro restaurado por el club náutico San Lorenzo. El sábado se realizó el paso de la fanfarria "Alto Perú" del Regimiento Granaderos a Caballos y de centros tradicionalistas de la provincia, y se emplazó el monumento ecuestre a San Martín. Hasta aquí pudieron realizarse las actividades de ese día, porque alrededor de las 22 comenzó a llover, mientras actuaba un ballet.
Ayer los actos se iniciaron a las 8 con el izamiento de la bandera en el Campo de la Gloria, mientras que a las 10 se presentó formalmente la muestra Museo Regimiento de Granaderos a Caballos. A las 19.30, autoridades nacionales, provinciales y municipales se concentraron frente al Convento San Carlos. Tras una recorrida por el templo, el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou; el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, y el diputado Agustín Rossi, entre otros, firmaron el libro de visitas del templo y del municipio.
A continuación se descubrieron placas alegóricas y se depositaron ofrendas florales en el monumento de ingreso al Campo de la Gloria, donde una multitud aguardaba el inicio del acto central, en el que "todas las provincias están representadas a través de asociaciones sanmartinianas y otras entidades. Llegaron contingentes de todas partes, algunos con personas de más de 80 años", comentó a LaCapital Carmen Nasif, guía turística y colaboradora en la organización de los festejos.
Entre el público, que a la hora de los discursos no dudó en ovacionar al intendente Leonardo Raimundo; en aplaudir tímidamente al gobernador Antonio Bonfatti y en abuchear y proferir todo tipo de improperios al vicepresidente de la Nación, se hallaban jóvenes de La Cámpora portando grandes banderas; familiares y allegados de Paula Perassi —la joven sanlorencina desaparecida y que se presume fue asesinada— portando un cartel con su foto y un pedido de justicia, y algún que otro mensaje antikirchnerista. Más inocentes, los niños se divertían y agitaban sus cabezas con los morriones que el municipio repartió en el ingreso al predio.
Como en caravana, funcionarios y periodistas ingresaron al campo. Los primeros se ubicaron en el palco, y los segundos donde pudieron. De allí que algunos del público y tras el vallado insultaron a los trabajadores de prensa porque les tapaban la visión de la carga de caballería.
Luego del aterrizaje de cuatro paracaidistas del Ejército Argentino, se largó la frenética tropilla representando el combate, con el aliento del público. Luego se formaron en el campo las fuerzas militares y la Banda Militar Fanfarria Alto Perú ejecutó el Himno Nacional, entonado por el tenor sanlorencino Milton Miller y por un coro de lenguas de señas.
Tras la colocación frente al palco oficial del sable corvo del general San Martín y de los honores a Juan Bautista Cabral, transcurrió un minuto de silencio. Seguidamente, el fray Angel Gaite, a cargo de la iglesia San Lorenzo Mártir, realizó la invocación religiosa, en la que recordó que “padres y hermanos regaron con su sangre estos lugares por la libertad”. En este contexto, bregó “por que nuestra patria sea un lugar de paz fraternidad y libertad” y arengó: “Argentina, canta y camina”.
Entre aplausos y abucheos. A la hora de los discursos, el primero en tomar la palabra fue Raimundo, quien destacó que el bicentenario acontecimiento “fue la única acción guerrera en el país del general San Martín”. Destacó la importancia del combate, al que definió como “un acto de fe, de convicción, de ideas claras. Fue precisamente el arranque de la liberación de las fuerzas realistas”.
En este sentido y bajando el discurso a la actualidad, el intendente citó al Libertador: “’Debemos luchar contra todo lo que nos divide y debemos cuidar lo que nos une’; lograr la unidad nacional en la diversidad, en la tolerancia. Todavía quedan combates que hay que librar”, concluyó su alocución, al grito de “olé, olé, olé, olé... Leo, Leo”, del público.
Bonfatti fue el segundo en hablar, tras un tímido aplauso de las tribunas y algún que otro silvido. El mandatario hizo un paralelismo entre el accionar sanmartiniano y la política actual. El prócer “tenía una estrategia compartida. Sabía hacia dónde vamos y marchar. Los santafesinos sabemos hacia donde vamos. San Martín y sus hombres deben ser una inspiración extraordinaria: Tenemos que sortear dificultades y salir favorecidos, con capacidad para coordinar fuerzas y esfuerzos. Quiero eso para Santa Fe”, enfatizó.
El gobernador convocó a “quienes quieran dar batalla a la exclusión social, a la pobreza, al delito, a los enemigos públicos que amenazan la paz y el futuro de nuestros hijos”, remató entre aplausos.
No le tocó la misma respuesta del público a Boudou, pese a que el intendente Raimundo intentó acallar la silvatina y abucheos contra el funcionario invitando a los presentes a “demostrar que somos sanmartinianos y patriotas”. El vicepresidente de la Nación no se echó atrás y arrancó con su discurso mencionando “el proyecto nacional y latinoamericano que señaló con sus acciones militares San Martín, un ejemplo de coraje, de liderazgo, de valentía”.
Las palabras de Boudou se volvían cada vez más enfáticas conforme se multiplicaban los insultos de la gente, que alcanzaron su punto máximo cuando el funcionario destacó la figura del ex presidente Néstor Kirchner y de la actual, Cristina Fernández. “Es una actitud fascista no escuchar lo que otros tienen para decirnos”, acotó, y remarcó la necesidad de “reivindicar la gestión nacional, por la igualdad, por la libertad de nuestra tierra. Las batallas son las mismas en otros campos, y con otras armas”, dijo y concluyó y entre más abucheos exclamó: “¡Viva San Martín, viva San Lorenzo, viva la patria!”.