El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, atravesó su primera semana de gestión acelerando el cumplimiento de sus promesas de campaña respecto de la seguridad y la educación, pero también en alerta por el impacto en las delicadas economías provinciales de las primeras medidas del presidente Javier Milei, inquietud que monopolizará el cónclave del martes próximo, junto a sus pares de todo el país, en la Casa Rosada.
Hace una semana que los gobernadores vienen manifestando su preocupación por una de las medidas del ministro de Economía nacional, Luis Toto Caputo, quien adelantó la reducción en las transferencias discrecionales a las provincias.
Es que algunos gobernadores ya activaron las alarmas por el pago de los sueldos y el impacto de la inflación. De hecho, en la Casa Gris negaron enfáticamente a La Capital que Pullaro haya afirmado el viernes pasado, tras la reunión que mantuvo con el ministro de Interior nacional, Guillermo Francos, en la que definieron la convocatoria a los mandatarios provinciales para el martes, que Santa Fe podría abonar los salarios a los trabajadores estatales en dos tramos, como publicaron algunos medios porteños.
La Gobernación ya saldó los haberes de noviembre con un incremento de 6 por ciento en línea con lo acordado en paritarias con los diferentes gremios (contempló al sector pasivo). Y anunció que abonara el aguinaldo a los agentes provinciales antes de las fiestas de fin de año.
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Guillermo Francos (Interior) encabezó un encuentro con gobernadores, entre ellos Pullaro, antes de la cumbre del martes.
Foto: Archivo / La Capital.
Con distintos enfoques y particularidades debido a la situación financiera de cada provincia, varios gobernadores anunciaron planes de control y reducción del gasto público. Entre ellos el puntano Claudio Poggi, quien confirmó el pago de salarios estatales en dos cuotas en los meses por venir.
Por lo pronto, Pullaro llevará al encuentro en la Rosada, al que podría sumarse Milei, su preocupación por el impacto que las medidas del gobierno nacional y el efecto inflacionario que generarían sobre las finanzas santafesinas.
Como lectura inicial del estado de situación, el ministro de Economía provincial, Pablo Olivares, se mostró confiado en poder eludir la primera ola de medidas nacional “agudizando el ingenio”, pero reconoció que “el incremento inflacionario profundizará el déficit” con el que Pullaro recibió la provincia.
Es que el aumento de recursos a través de la recaudación se da con una dilación de entre cuatro y seis meses. Y, a su vez, disminuirían producto de una mora o la recesión.
Durante el inminente cónclave en Balcarce 50, los gobernadores plantearán la posibilidad de retrotraer la eliminación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría de trabajadores, fijada por una ley sancionada meses atrás por la gestión anterior y con el apoyo de Milei como diputado nacional.
La inequidad del actual sistema de transferencias de recursos potencia el desvelo en Santa Fe ya que, como sostuvo Olivares, la provincia está aportando para los demás distritos, principalmente para el conurbano bonaerense.
Estado de alerta
Por lo pronto, la Casa Gris monitorea la evolución de las erogaciones provinciales, no tanto por la poda de recursos nacionales sino por las consecuencias de la dinámica inflacionaria en los gastos y los recursos.
En modo control, sobre el fin de semana Pullaro advirtió que en la provincia hay “13 mil empleados públicos más que los existentes en 2019”, por lo que revisará los decretos de esos nombramientos, una medida que llevó a voceros de la gestión anterior a afirmar que las designaciones se enmarcan en la normativa vigente.
La continuidad de la obra pública también será esbozada por el referente de Unidos durante la reunión entre el Ejecutivo nacional y los mandatarios provinciales. Por cuestiones de agenda, notificaron que no podrán participar Jorge Macri (jefe de Gobierno porteño) y Osvaldo Jaldo (Tucumán).
“Si tenemos rutas y accesos a la terminales portuarias en condiciones, redundará en beneficios para todos”, deslizaron en el entorno del radical, apostando a preservar la definida estructura productiva de Santa Fe (representa un 10 por ciento del PBI argentino).
Recién asumido, Milei había adelantado la suspensión de las obras de infraestructura con fondos del Estado nacional. Solo habrá privados dispuestos a hacerse cargo si tienen la seguridad de que recuperarán la inversión.