Luego de denunciar que el procesado como jefe de Los Monos Ariel Máximo "Guille" Cantero realizó un llamado amenazante desde la cárcel de Rawson, el juez de Sentencia Edgardo Fertitta sufrió una nueva intimidación ayer a la mañana. Fue en la entrada al juzgado donde se tramita la causa contra la banda donde Lorena Verdún, ex pareja del asesinado Claudio "Pájaro" Cantero, irrumpió entre gritos y amenazas a la vista de numerosos empleados judiciales e increpó frente a frente al magistrado, a quien culpó por el reciente fallecimiento de Daiana, su hija de 16 años. La adolescente murió en un accidente de tránsito cuando viajaba al sur con familiares a visitar a Guille, un día antes de la teleconferencia —finalmente no se realizó— a través de la cual iban a imputar a Cantero de las recientes amenazas al magistrado.
A diferencia de lo que ocurrió el mes pasado ante el llamado telefónico de Guille, esta vez Fertitta no radicó denuncia formal al no advertir la existencia de delito ni dichos amenazantes por parte de Verdún. Eso no impide que deje constancia de lo ocurrido si alguna autoridad fiscal se lo requiere.
Así y todo, fue una situación que generó temor y zozobra en el segundo piso de los Tribunales provinciales, sobre el pasillo lindero a calle Montevideo. A raíz de los gritos e insultos a viva voz, personal de la guardia del edificio retuvo a Verdún y la acompañó a la calle.
"Usted mató a mi hija. Ella fue para allá (hacia a la ciudad chubutense de Rawson) porque no lo trasladaron al Guille. Usted tiene familia y la justicia divina se va a encargar de que sufra lo mismo que mi familia", le gritó Verdún al juez, según contaron a este diario fuentes judiciales y testigos del incidente.
La mujer estuvo implicada en la causa 913/12 como miembro de la asociación ilícita y en abril del año pasado resolvió su situación con una probation. Fue en un acuerdo abreviado en la que también pactaron condenas otras diez personas.
Accidente. La hija de 16 años que Verdún tuvo fruto de su relación con Claudio Cantero murió el miércoles pasado cuando iba en un auto junto a otros miembros de la familia a Rawson para visitar a su tío Guille en la prisión federal de esa ciudad. Verdún viajaba en otro auto que circulaba detrás.
El accidente se produjo a las 15.30 en el kilómetro 44 de la ruta 35 cuando en el Peugeot 208 en el que iba Diana al parecer se despistó luego de cruzar un paso a nivel. En el vehículo viajaban otras dos personas que debieron ser hospitalizadas. Según fuentes policiales, la chica no usaba el cinturón de seguridad.
El grupo pensaba visitar a Guille justo cuando iba a ser sometido a una audiencia imputativa vía teleconferencia por las amenazas a Fertitta, medida que se suspendió a raíz de un recurso de sus defensores. Ese miércoles fue procesado como otro cabecilla de Los Monos su hermano de crianza Ramón "Monchi Cantero" Machuca. También está acusado por el crimen del 27 de mayo de 2013 a Diego Demarre, quien era dueño del boliche de Villa Gobernador Gálvez donde un día antes mataron a balazos al "Pájaro", hermano mayor de Guille.
Amenazas. La acusación por amenazas recayó contra Guille a raíz de un llamado dirigido a Fertitta del 22 de agosto pasado. "Decile al juez que se meta el traslado donde ya sabe. Que lo voy a matar", le dijo ese día a una empleada un hombre que se identificó como "Cantero" y que llamó al juzgado dos veces preguntando por el juez.
En esa oportunidad el magistrado hizo realizó en el acto una denuncia por amenazas en la fiscalía de Flagrancia, que constató las llamadas procedentes de la cárcel federal de Rawson. Guille está preso allí porque, a la par de las causas en la Justicia santafesina, está acusado de comandar una banda dedicada al narcotráfico.
Ese proceso se inició tras el operativo "Los Patrones", que arrojó el hallazgo de 600 kilos de marihuana y una cocina de cocaína atribuidos al núcleo duro de Los Monos. La investigación surgió de intervenir un teléfono de línea de la cárcel de Piñero que se conectaba cada vez que los detenidos querían comunicarse con sus apoyos afuera. En ese marco, el juez Marcelo Bailaque dispuso su traslado a una cárcel federal y Guille fue derivado primero a Ezeiza y luego a la prisión de Rawson.
Días antes del llamado a Fertitta, el juez había rechazado un pedido de Guille y su socio Emanuel Chamorro, detenido en Ezeiza, para ser trasladados nuevamente a una cárcel santafesina. El magistrado se negó ante la falta de capacidad para alojarlos alegada desde el Servicio Penitenciario santafesino y a la vez exhortó a la provincia a adecuar esa situación. Tras ello Guille solicitó una entrevista personal con el juez. El magistrado la rechazó por la distancia del traslado y propuso realizarla mediante una teleconferencia, pero la medida no se concretó.
Irrupción. Vistiendo una remera con una foto de su hija impresa, Verdún llegó ayer alrededor de las 10.30 al juzgado de Sentencia Nº 6, donde realiza el trámite previo al juicio oral de la causa por asociación ilícita que tiene 26 imputados y otros once ya condenados. La mujer ya tiene su situación resuelta, está en libertad y, según fuentes tribunalicias, ayer fue a retirar un oficio para la devolución de un auto Peugeot 206 que perteneció al Pájaro y estaba secuestrado.
Una mujer, al parecer sin relación con la causa y que vestía una camiseta de Newell's, acompañaba a Verdún. Antes de llegar a la mesa de entradas abordaron a una empleada del juzgado con "insultos de alto calibre".
"Insultó a todos los empleados de la mesa de entradas", contaban en los pasillos quienes presenciaron el incidente. Fertitta tiene su despacho a escasos metros, en Sentencia Nº 3, y en ese momento llegaba caminando por el pasillo al juzgado Nº 6 (sin juez titular) donde tiene a su cargo la tramitación de la causa previa al juicio oral. Entonces, según las fuentes consultadas, fue increpado por Verdún.
"Quédese tranquila. Yo no determiné que su hija fuera a esa visita. No determiné que no llevara el cinturón de seguridad", intentó replicar el magistrado. La intervención de un empleado de otro juzgado y la llegada de personal de la guardia de Tribunales disolvió el incidente. Con el oficio que buscaba en mano, Verdún fue acompañada por personal de seguridad hasta la puerta, aunque no se tomaron otras medidas de restricción ni se formuló denuncia penal por lo ocurrido.