Cuatro años después del allanamiento de la celda de la cárcel de Corona en la que Milton Emanuel Damario esperaba su turno para afrontar un juicio por narcotráfico, la Fiscalía Federal Nº 1 a cargo de Federico Reynares Solari finalmente abordará la instancia judicial. Este lunes dará comienzo en el Tribunal Federal Oral Nº3, a cargo de Eugenio Martínez, Osvaldo Facciano y Germán Sutter, el juicio que tiene a Damario como principal imputado, como organizador de tráfico de estupefacientes. El tribunal se reunirá los próximos 10, 11, 18, 24 y 26 de este mes. Este lunes se hará la lectura de la acusación, indagatorias y las escuchas telefónicas de la investigación previa que lo implican en la causa.
Los otros imputados en la causa son: Jorge Sebastián Zapata, Héctor Aranda, Aníbal Tránsito y Pablo Meza. Sonia Chamorro, pareja de Aranda, falleció durante las instancias del proceso penal.
La causa se originó en junio de 2016 cuando la Brigada Operativa Departamental 2 de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones realizó trece allanamientos en zona sur, Villa Gobernador Gálvez, Pueblo Esther y en el calabozo del pabellón 5 que ocupaba Damario en Coronda. En el operativo se incautaron un kilo de cocaína fraccionada para la venta y celulares.
La Fiscalía requirió en ese entonces que Aranda y Damario sean enjuiciados como coautores organizadores de una banda dedicada al narcotráfico agravada por la cantidad de intervinientes. También pidió que la fallecida Sonia María Chamorro, Tránsito Romero y Jorge Sebastián Zapata sean enjuiciados como miembros de la organización, en calidad de partícipes necesarios. En tanto, Pablo Meza deberá responder como autor de tenencia de drogas para la comercialización.
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La investigación que impulsó este juicio se inició por una denuncia anónima recibida en un “buzón de la vida”, un programa para depositar denuncias implementado por la Justicia a mediados de 2015. Todo fue una denuncia de vecinos sobre bocas de expendio de drogas en los monoblocks al oeste de Grandoli y Gutiérrez, y en Villa Gobernador Gálvez el entonces fiscal federal Marcelo Di Giovanni comenzó a trabajar sobre escuchas que condujeron la investigación hacia el calabozo de Milton en el pabellón 5 de Coronda.
El 30 de junio de 2016 fiscal requirió doce allanamientos: cuatro en la zona sur de la ciudad, cinco en Villa Gobernador Gálvez, dos en Coronda y el restante en Pueblo Esther. Se secuestró cocaína, celulares, chips telefónicos, dinero en efectivo y elementos para fraccionamiento y venta de droga. También hubo procedimientos en Corrientes, donde eventualmente se adquiría la mercancía.
Según se concluyó Damario coordinaba desde su celda, con apoyo de su entorno más cercano instalado en una casa en la ciudad de Coronda, la red de puntos de venta. La droga le llegaba desde la provincia de Corrientes y Aranda era el encargado de alimentar los puntos de venta en el Fonavi de Grandoli y Gutiérrez y en Villa Gobernador Gálvez.
A Damario se le incautó un celular escondido en un televisor que tenía en su celda. En el Fonavi del Parque del Mercado fueron detenidos Aranda, de 45 años; su concubina Chamorro, de 34; y Zapata, de 28. A ellos les incautaron siete celulares y poco más de 650 gramos de cocaína fraccionada para la venta. Y en Villa Gobernador Gálvez fueron apresados en dos puntos de venta Romero y Meza.
Detenido desde septiembre de 2013, Milton Damario es un conocido de la crónica policial por integrar, cuando adolescente, la banda de Torombolo en Tablada y luego, años mas tarde, la gavilla de Luis "Pollo" Bassi.
Damario fue absuelto en Cámara del asesinato del líder de Los Monos Claudio "Pájaro" Cantero,pero cumple una condena a 16 años por el homicidio de Lucas Espina, ocurrido la madrugada del 27 de enero de 2013 en Pavón y Santa Rosa de Lima. Además fue condenado a tres años y medio por una portación de arma —una Browning 9 milímetros robada en La Plata— en marzo de 2011.
En la instancia del pedido de elevación a juicio, el requerimiento del fiscal dio por acreditada la existencia de una organización narco dirigida por Aranda y Damario, con Chamorro —ya fallecida— de "intermediaria, encargada de abastecer y recolectar dinero de los puntos de venta en lo que se vendía la droga al menudeo". Algunos de esos puntos de venta "eran atendidos o supervisados por Romero y Zapata".
Sobre la distribución de tareas, además, Damario habilitaba que Aranda se hiciese de droga para la venta en Rosario, además de supervisar los movimientos de los demás participantes. Chamorro se encargaba de que abastecer los puntos de venta y recaudar las utilidades, dinero que entregaba a Aranda.
En el momento en que transcurrió la investigación y en el pedido de elevación a juicio se requirió, por aplicación de la doctrina del fallo "Arriola" de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el sobreseimiento de dos hombres a quienes en los allanamientos se les incautaron plantas y picadura de marihuana. Esto en virtud de que "las conductas descriptas no aparejan un peligro concreto o un daño a derechos o bienes de terceros, encontrándose amparada por el principio de reserva consagrado por el artículo 19 de la Constitución Nacional".