Con la llegada de refuerzos se abren nuevas expectativas, sobre todo de parte del entrenador, que es quien solicita determinados nombres para potenciar lo que ya tiene. En este caso Diego Cocca pidió una cantidad considerable de jugadores, entendiendo en su momento que el equipo ameritaba un recambio importante y más allá de que ese punto no se cumplió al pie de la letra (hoy la base titular es prácticamente la misma que la que terminó jugando el semestre pasado), el canalla encontró en una de esas caras nuevas al futbolista más regular en las primeras tres fechas. Y no sólo eso, sino que su aporte goleador fue clave en la sumatoria de siete puntos sobre nueve posibles. La referencia es para Ciro Rius, quien además de ganarse rápidamente un lugar entre los once pagó con goles en dos de los tres partidos disputados.
Paradójicamente, Rius nunca apareció entre los principales nombres solicitados por el técnico. No obstante, el largo mercado de pases y la imposibilidad de sumar refuerzos antes del inicio de la pretemporada hizo que el ex Defensa y Justicia fuera casualmente el primero en llegar. El propio Cocca hizo referencia a ese dato puntual tras el empate ante San Lorenzo, señalando que el mayor tiempo de trabajo hizo que pudiera acoplarse más rápidamente que el resto.
Lo cierto es que Rius desde que llegó se metió en el equipo y accionó de tal forma, provocando que nadie buscara alguna alternativa en esa posición. Su participación comenzó en los partidos amistosos y el inicio del torneo no alteró los planes ni del jugador ni de Cocca.
Hasta aquí Rius no tuvo un rendimiento descollante ni nada que se le parezca. Fueron partidos con cierta regularidad, pero para lo que se está jugando Central el granito de arena que pueda aportar cada uno puede ser demasiado. Y en ese sentido el volante ofensivo resultó ciertamente clave. Básicamente en lo que hace a goles y asistencias. Con la camiseta canalla en apenas tres partidos lleva dos conquistas y un pase gol, lo que no es poco.
Su carta de presentación dentro de la formalidad de la competencia fue el tremendo zapatazo que clavó en el ángulo en cancha de Atlético Tucumán, para que el canalla se pusiera arriba en el marcador. Fue menor su incidencia en el choque contra Talleres (igualmente fue uno de los destacados según los puntajes de Ovación), pero logró que su presencia se notara el pasado fin de semana, en el Nuevo Gasómetro. Es que independientemente de la muy buena jugada que inició Maximiliano Lovera, Rius fue quien levantó el centro que bajó justo en la cabeza de Claudio Riaño. Después de eso llegó la trepada por derecha, donde recibió el centro rasante de Brítez para perfilarse y cruzar el remate, contra el palo derecho de Navarro.
Por eso, a esa altura lo de Rius es claramente el aporte más fructífero de todos aquellos jugadores que llegaron como refuerzos, más si se tiene en cuenta que algunos ni siquiera pudieron debutar (son los casos de Diego Novaretti y Nicolás Colazo) y otros que entraron, pero recién en el complemento (Lucas Gamba y Sebastián Ribas).
Es más, el arribo de Diego Zabala hizo pensar a la mayoría que el ex Unión iba a ser el dueño del carril derecho, el puesto donde siempre se desempeñó en el tatengue, pero el técnico entendió otra cosa. Creyó que lo más conveniente era que Zabala se asociara al juego por izquierda y que Rius busque el desequilibrio por el otro sector. A la apuesta del entrenador, Rius la está fortaleciendo a base de rendimientos y, al menos por ahora, con goles y asistencias.
Es demasiado pronto para determinar cuánta influencia tienen en el equipo los refuerzos, más teniendo en cuenta que a algunos se les está haciendo difícil jugar, pero este arranque de competencia pone a Ciro Rius sin dudas como el mayor aportante.