Los empates no dicen mucho en sí mismos. Cuesta juzgar una actuación en estos casos, porque el resultado habla de paridad. Newell’s no pudo hacerse de los tres puntos nuevamente jugando de visitante, esta vez en la tórrida Santa Fe. Pero hay formas y formas. Y valen para la ocasión las que puso en cancha el equipo de Gabriel Heinze. Que fue protagonista, que tuvos sus momentos, que le dejó a Colón tener los suyos, pero que nunca se amilanó e intentó que una idea futbolística emerja a fuerza de paciencia y aún en circunstancias difíciles, como lo es empezar perdiendo apenas cumplido el cuarto de hora. No se volvió loco, no cambió los caminos que había elegido y así alcanzó un 1 a 1 que vale. Que pudo ser derrota por el penal atajado por Lucas Hoyos y por otras acciones que lo tuvieron de protagonista, pero que también pudo ser victoria si hubiera afinado el lápiz en las oportunidades que supo fabricar. Queda entonces un saldo que lo impulsa a ser optimista. Además, y no es poco, al fin el gol llegó de manos, o en la cabeza, del centrodelantero que banca el Gringo.
El fútbol mucha veces es momentos. Los tuvo Newell’s en el inicio y no lo cristalizó en la red. Lo tuvo Colón y sí lo hizo para intranquilizar a todos los rojinegros rosarinos. Pero el complemento fue a la inversa. El local desperdició sus apariciones y los leprosos llevaron a la red sus intenciones. Mano a mano.
Arrancó mejor el equipo de Heinze y en eso tuvo mucho que ver la movilidad que exhibió en el mediocampo Iván Gómez, que no se quedaba quieto y obligaba a Ferreira a moverse. Con Sforza muy bien plantado para ser la primera opción, se hizo de la pelota y contó con tres situaciones de gol, de los 8 a los 11 minutos, con Aguirre en dos ocasiones, y Recalde en la otra, que estuvo lento para definir y se la sacó Chicco.
Y a los 12’hubo un intermedio que perjudicó a Newell’s. Choque de cabezas de Mansilla y Pierotti, los dos afuera y Baliño reanudó sin ellos en cancha. La tomó Colón, Benítez combinó bárbaro con Arrúa y cuando iba a someter a Hoyos, Ditta apareció como una flecha para sacarla al córner.
En ese choque de cabezas arrancaron los 3 minutos de Colón. Del córner desde la derecha vino el pase atrás, el centro y la simulación de Goltz de empujón que demandó la intervención del VAR. No fue penal pero Colón tendría su chance en el tiro de esquina desde el otro sector. Exquisito centro abierto de Delgado y mejor cabezazo de Ibáñez para hacer delirar al Cementerio. El volante saltó libre, con Gómez perdiendo totalmente la marca.
Newell’s sintió el golpe pero no enloqueció. Lo tuvieron Aguirre y Recalde en la misma acción, Pittón en un mano a mano y un tiro libre del paraguayo al inicio del complemento, un cabezazo de emboquillada. Tampoco Sordo definió bien un pase de Ferreira.
En el medio apareció la pesadilla sabalera, el también paraguayo Benítez, pero Hoyos le sacó el mano a mano, como después a Arrúa para que diera en el palo.
No aprovechó Colón y Recalde lo empató de cabeza tras centro de Pittón. Y enseguida Hoyos volvió a lucirse en el penal atajado a Benìtez que ya no tendría más.
Después el partido se abrió, Newell’s lo tuvo más de una vez y Colón también. En el palo y palo, el equipo de Heinze hizo emerger la sensación de que es por ahí, pese las zozobras. Tuvo más juego del que le gusta al DT, más situaciones, su 9 marcó. Un paso adelante, sin dudas.