La relación Messi-Barcelona parece no tener retorno. Las cartas están echadas sobre la mesa. Ayer se dio la esperada reunión cara a cara entre Jorge Messi (padre y representante de Lionel) y el presidente de Barcelona, Josep María Bartomeu, y las posturas fueron irreconciliables en el primer encuentro para terminar de definir el futuro del crack rosarino. Si bien Barça se plantó y no quiere dejar ir a su máxima estrella y jugador más importante en la historia del club, el futbolista a través de su padre ratificó que considera cerrada una etapa exitosa en la entidad. Leo desea un relanzamiento de su carrera con otra camiseta, un nuevo escenario, diferentes horizontes y renovadas batallas deportivas. Y a más tardar el lunes quiere tener definido su nuevo club. Igual, el Barça es un monstruo grande y pisa fuerte y no se quedará de brazos cruzados.
Claro que no se trata de una negociación simple ni mucho menos. Hay millones de euros e intereses en juego. Sin Messi el Barça pasaría a ser un equipo terrenal y perdería su penetración mundial por contar en sus filas con el mejor de todos. Pero Leo necesita abrir las alas y llevar sus goles y gambetas en otra dirección. Y eso quedó clarísimo en la reunión de ayer.
La definición de esta jugada maestra que plantea el Diez, de lograr la salida tras 20 años en Catalunya, recién comienza y promete mucha adrenalina hasta el desenlace. Por ahora el jugador dio todos los pasos en la misma dirección: marcharse del Camp Nou. Y ayer insistió con el mismo camino. Incluso el tope de tiempo que quiere Messi para destrabar su salida es el próximo lunes. Sin vueltas, ni rodeos.
Lo cierto es que Ovación ayer pudo averiguar que no hay vuelta atrás en la postura de Leo de armar las valijas ahora. Claro que enfrente está todo el poderío político y económico del Barça, que buscará retenerlo cueste lo que cueste. Pero el rosarino está firme y no piensa retroceder ni un centímetro en su elección de dejar Barcelona, asistido por el derecho que considera lo avala de avisar sobre su salida al término de la última temporada, tal como hizo al quedar eliminado de la Champions a manos de Bayern Munich.
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En foco. Jorge Messi fue el “personaje” del fútbol más buscado en la jornada de ayer.
Desde España trascendió que en el cónclave, Bartomeu estuvo acompañado por otro directivo, Javier Bordas, en el encuentro directo con Jorge Messi, que se extendió durante una hora y media. El papá de Leo arribó ayer a la capital catalana procedente de Rosario para resolver la salida y el futuro del máximo goleador histórico de Barcelona. Con la camiseta blaugrana Messi anotó 634 goles en los 731 partidos que jugó en la primera división y ganó 34 títulos (entre ellos, 4 ligas de campeones de Europa y tres mundiales de clubes).
La postura del futbolista es inflexible. No hay macha atrás. Aunque el presidente de Barcelona pretende que Messi cumpla su contrato hasta 2021, porque el nuevo entrenador, Ronald Koeman, lo cuenta en su proyecto y hasta el club está dispuesto a extender el vínculo. Caso contrario los catalanes solo darían conformidad a la salida a través de la cláusula de rescisión que está estipulada en 700 millones de euros, un imposible de afrontar para cualquier club y más por un futbolista que a mediados del año que viene quedaría con el pase en su poder.
La reunión de la noche de ayer en Barcelona, lejos de entregar luces, amplificó el cortocircuito. Si bien el diálogo fue cordial en la forma, no así en el contenido. También participaron el hermano del jugador, Rodrigo, y el abogado de la familia, Jorge Pecourt. Leo podría recurrir a la vía del transfer provisional de la Fifa si entiende que la interpretación del contrato le da la razón y allí podría buscar un nuevo destino. El Manchester City está en el primer lugar entre los candidatos a sumarlo. El PSG francés también le tiende los brazos.
Lo cierto es que se trata de una fabulosa novela de millones de euros en juego, que incluyen contratos cruzados, ingresos por sponsors, derechos televisivos, venta mundial de camisetas, abonos pagos por temporada y todas las regalías que hacen de Messi un jugador único en el mundo. Leo está decidido a marcharse y lo que resta negociar es el formato de la partida, si es amigable o desencadena un final traumático.
Las chances de que siga en Barça prácticamente son nulas, pero en el fútbol siempre hay que dejar una puerta abierta al pelotazo en contra. Messi le volvió a decir a Barcelona, esta vez en la cara y por medio de su padre, que está absolutamente decidido a marcharse y que a más tardar el lunes quiere conocer cuál será su nuevo club. Habrá que ver si el Barça se guarda alguna carta extra bajo la manga para retenerlo. Leo ya comenzó la gambeta de la liberación, aunque, como se dijo, el Barça es un monstruo grande y pisa fuerte.