El Uruguay de Marcelo Bielsa consiguió una victoria enorme frente a Brasil. Bajó a un grande entre los grandes, en Montevideo y ante su gente. En un duelo que estuvo lejos del brillo que insinuaba en la previa, el equipo del Loco forjó un triunfo repleto de merecimientos y se trepó en el lote de los protagonistas de las eliminatorias sudamericanas. Con goles de Darwin Núñez (41’) y de Nicolás De la Cruz (76’), la celeste mostró que empieza a entender y a comprometerse con el mensaje del Loco.
La cuarta fecha ofreció la chance de medir fuerzas entre dos peso pesados, con mucha historia, y los charrúas dieron la talla.
Los primeros minutos del partido fueron de mucho estudio, de mucha intensidad. Uruguay con la pelota y Brasil agazapado para responder de contra, todo muy lejos de los arcos. El dueño de casa proponía pero se nublaba cerca del área rival y así todo se volvía muy cortado y el juez venezolano Alexis Herrera empezó a tomar un protagonismo que no aportó nada bueno.
Sin ocasiones claras, a los 25’ quedó claro que el partido estuvo lejos de lo que prometía y todo transcurría entre infracciones.
Así, de la nada llegó el primer grito en el Centenario. A los 41’, tras un lateral, y un centro de Maxi Araujo, Darwin Núñez definió de cabeza en el corazón del área. Esa ventaja premió al que más quiso.
Antes de terminar la etapa, Neymar tuvo que salir por una lesión que pareció severa y preocupa. La suerte y los guiños que ofrecía el partido se inclinaban todos a esa altura para el lado charrúa.
Más allá de estar arriba, fue Uruguay el que siguió buscando con más convencimiento en el arranque del complemento.
Brasil no encontraba los caminos para evidenciar una reacción confiable. Solo, a los 68’, encontró un tiro libre que Rodrygo estrelló en el travesaño. Y muy poco más.
A los 76’, llegó la segunda conquista celeste que le puso cifras definitivas al encuentro. Otra vez después de un lateral y de una corajeada de Núñez en el área, llegó el segundo a través de De la Cruz.
De esa manera, ante los flashes de todos, Uruguay exhibió que dará pelea entre los de arriba.