Sacrificio y esfuerzo. La nueva versión de Claudio Riaño está dando frutos y el reconocimiento popular está a flor de piel. El delantero viene realizando un gran desgaste físico como consecuencia de la puesta en escena táctica que pregona Central. Si bien es el único faro de referencia en la ofensiva, la realidad indica que ante San Lorenzo se pudo sacar la mufa al convertir. Eso le incrementó automáticamente el crédito para seguir entre los titulares. Sin embargo, el cordobés fue sincero a la hora de graficar lo que significó haber facturado en el Nuevo Gasómetro. "El gol me dio un aval para seguir esforzándome”, tiró el rubio jugador en el amanecer de la charla a solas que mantuvo ayer con Ovación. A eso hay que sumarle que mostró firmeza cuando se lo consultó sobre los rumores que podría salir del equipo de un momento a otro. "No estoy al tanto de lo que se dice sobre mí, pero tengo claro que debo entrenar con tranquilidad y dejar siempre todo para ganarme el puesto”. Además, el delantero canalla hizo eje en que "el equipo está bien”.
Ah, sí. Desde ese punto de vista hacer un gol genera mayor confianza y brinda un poco más de tranquilidad para trabajar en el día a día. No puedo negar que para todo punta es muy lindo convertir. También es cierto que se afronta la semana con otro semblante mientras se prepara el partido que viene.
En los tres partidos que jugaron tuviste muy pocas chances de cara al arquero. ¿Te dejó más tranquilo saber que cuando el equipo generó una acción en ofensiva colectiva te encontró en el lugar indicado y no corriendo a rivales cómo lo venís haciendo desde el arranque del torneo?
Por ahí se ve más eso por la forma de jugar que tenemos. Pero todo el equipo tiene una faz innegociable, que es el compromiso para recuperar la pelota o de ayudarnos entre sí. Por eso es que nos estamos sacrificando mucho. Sin embargo, cuando se nos presenta una situación intentamos capitalizarlas juntos a los extremos Ciro (Rius), Diego (Zabala) o con el mismo Maxi (Lovera). Entre todos buscamos generar un desgaste en el rival. Con respecto al tema de las jugadas claras que tuvimos, en Tucumán me quedó una sola, que fue en el primer tiempo tras un centro de Molina. Luego en el Gigante estuve cerca de marcar, pero en una acción me cobraron off side y en la otra se me cayó Gandolfi encima cuando estaba ahí. Sin embargo, el sábado pude tener la primera clara y metí justo el cabezazo luego de un centro de Ciro. Pese a todo, sigo haciendo sacrificio para que el equipo pueda estar más aliviado cuando sea el momento de recuperar la pelota o bien ser una buena opción cuando atacamos. Acá no te podés relajar nunca y así lo entendemos todos los que jugamos en Central.
Desde afuera se percibe que los delanteros están más abocados al rol defensivo que ofensivo. ¿Ustedes lo ven de esa manera?
Pasa que tenemos dos facetas bien marcadas en este juego. Lo de base, que no se negocia, es que los once que estamos adentro tenemos que asumir el compromiso en todo momento de defender cuando el equipo lo necesite. Luego sí tenemos que estar atentos arriba pese a que debemos seguir mejorando desde la función ofensiva porque tenemos que seguir generando opciones de goles. Igual, creo que, salvo ante San Lorenzo que nos hizo dos goles, luego defensivamente no estuvimos mal.
¿Cómo vivís o tomás que tenés a Ribas como competidor directo del puesto, más allá de que también está Gamba?
Recuerdo que en el inicio de la pretemporada dije que necesitábamos refuerzos arriba porque nos habíamos quedado sin el Chaqueño (Herrera), quien se había retirado de la actividad, y Fernando (Zampedri) estaba lesionado. Había quedado como única opción de delantero de área. Y como considero que la competencia siempre es buena y potencia a todos, en este caso no fue la excepción. Por suerte llegaron Seba (Ribas) y Lucas (Gamba), con quien incluso jugamos juntos en Unión. Siempre es bueno saber que tenés que demostrar que podés jugar. Sé que los dos están bien como que también todo el grupo está obligado a dar el máximo en el día a día para luego poder rendir en cancha. Por eso lo tomo como una sana competencia.
¿Entonces con Gamba pueden terminar jugando juntos sin problemas porque no necesitan conocerse?
Sí, con Lucas jugamos juntos en Unión cuando nos puso Leo Madelón. Lo hicimos de varias formas, es decir, estando él más retrasado y yo bien de área o los dos bien de punta.
¿Coincidís con que Maximiliano Lovera ya juegan de memoria?
Es que en parte es así porque venimos juntos desde el final del torneo pasado y eso te permite conocerte más.
Eso sí, el trabajo sucio lo haces vos.
Los dos nos sacrificamos mucho. Por ahí en mi caso trato de desgastar o sostener a los centrales rivales para que Maxi pueda recibir o encarar libre. Aunque todos hacemos un gran desgaste a la hora de la recuperación. Por suerte tenemos variantes ofensivas, ya que cuando entraron Sebas (Ribas) y Lucas (Gamba) lo hicieron bien pese a que todos tenemos características distintas. Luego es decisión del entrenador saber qué pretende y quiénes juegan, pero eso está sujeto a lo que cada uno pueda aportar al equipo esencialmente.
Cuando llegaste dejaste claro que rendías más si tenías al lado a otro nueve, pese a que ahora sos el referente de Central en el área rival. ¿Te cambió el chip o te encuentra mejor posicionado y por eso podés estar jugar solo arriba?
No tengo problemas de hacer todo el trabajo sucio o pelearme con los centrales rivales si eso es beneficioso para el equipo. En la actualidad se ve que corro más, pero es para que Maxi (Lovera) pueda estar más libre. A eso le sumo que acá lo más importante es cumplir con el objetivo en común que tenemos. Cada uno tiene asignado un rol y hay dejar todo para que Central esté bien y siga creciendo.
¿Cómo tomás el hecho que en la previa de cada partido se especule con que podés salir del equipo ahora que llegó Ribas, un delantero que pidió Diego Cocca?
No estoy al tanto de lo que dice sobre mí en el día a día, pese a que obviamente me cuentan algunas cosas. Sin embargo, tengo claro que debo entrenar con tranquilidad y dejar todo en cada práctica para poder ganarme el puesto. Ni hablar el día del partido, siempre intento dejar la vida. Haciendo eso me permite irme todos los días a casa con la mente calma. Luego, si el entrenador decide probar o hacer cambios es lógico porque cada rival es diferente y por ahí se buscan otras variantes. De hecho, cada semana entrenamos acorde al rival que enfrentamos. Pero mientras siga entrenando, cuidándome como lo vengo haciendo y dejando todo en la cancha como siempre lo hago, el resto ya no depende de mí.
¿Percibís que ahora el hincha te valora más?
Mirá, justo el otro día sentí eso cuando salí ante Talleres. La gente aplaudió más que otra veces y ese momento fue algo muy lindo a nivel personal porque lo tomé como una especie de reconocimiento. Si bien no soy de salir mucho debo admitir que cuando me cruzo con un hincha me demuestra cariño. Y eso a uno lo llena porque es como un apoyo fundamental para seguir entrenando con muchisímas más ganas.
¿Te sentís adaptado al mundo Central?
Sí, y este es un club muy lindo. En realidad cuando venía a enfrentarlo ya sabía que era exigente y la hinchada es muy pasional.
¿Qué análisis hacés sobre el buen arranque que tuvieron, aunque a la vez siguen complicados en la tabla del descenso?
Son dos cosas diferentes. Es verdad que todo está muy peleado. Lo que sí nos propusimos es no volvernos tan locos con el tema de los promedios porque sabemos que tenemos por delante un largo caminor. Y el equipo asume el reto que tiene con la responsabilidad que amerita el caso porque somos conscientes de lo que nos jugamos. A la vez arrancamos bien, sumando buenos puntos y eso nos permite trabajar y seguir creciendo como equipo. El grupo quiere ser protagonista porque eso te permite luego despegarte de la otra tabla de los promedios.
¿Pensás que si logran asomar la cabeza o salir de la zona del descenso incluso podrían mostrar otro juego colectivo, ya que hasta acá no se percibe una idea clara? Tal vez el equipo juega así por está tensionado.
Puede ser. Es cierto que por ahí uno no arriesga en determinadas situaciones del partido, tal vez por la situación en la que estamos. Si seguimos así, es decir, sumando puntos y creciendo como equipo, seguramente iremos soltándonos más y generaremos más juego. Pero así y todo considero que estamos haciendo las cosas bien.
¿Qué podés decir de Patronato, un partido de seis puntos porque es un rival directo por el descenso?
Que nos prepararemos de la mejor manera para llegar bien armados a ese desafío en nuestra casa. Sabemos que viene de ganar, pero nosotros tenemos nuestras armas como para hacer daño. Hasta ahora nos tocaron rivales muy duros y para todos los gustos porque no hay olvidarse que le ganamos a Atlético en Tucumán con todo lo que representa eso, y a Talleres en el Gigante. Mientras que recientemente empatamos de visitante con San Lorenzo, que es un grande y se reforzó muy bien. Central está bien e intenta demostrarlo fecha a fecha. El grupo tiene claro que cada partido es fundamental.