Central no sólo no mostró una mejor versión futbolística desde que Diego Cocca tomó las riendas del equipo, sino que claramente involucionó. La sentencia tiene el sostén de los números y de cualquier otro tipo de análisis que quiera hacerse. No existe otra forma de enfocar el presente de Central sin asegurar que el transitar del equipo fue de mayor a menor. Desde aquella victoria ante Argentinos Juniors a esta durísima derrota contra Aldosivi, por la Copa de la Superliga, hay un hilo conductor insoslayable: Central jugó mal en todos esos partidos, siendo superado claramente por los rivales de turno, incluso por el Bicho, al que le ganó por dos goles.
Bajo la luz de innumerables argumentos a los que echar mano hay uno que entrega la mejor panorámica: en los cinco partidos que Central disputó bajo el mando de Cocca, el jugador destacado del canalla fue Jeremías Ledesma. Compartió el puesto más alto (7 puntos fue la calificación de Ovación) con Gil y Parot ante Argentinos y con Lovera (con 6) frente a Independiente. Después, salvó a Central de derrotas más dolorosas ante Aldosivi, Libertad y Gremio (los dos últimos por Copa Libertadores).
Puede sonar tedioso hacer foco cada vez más en Ledesma, pero es el mejor indicador de lo que está sufriendo los partidos Central por ser un equipo que más que imponer condiciones futbolísticas queda expuesto a la buena voluntad del rival de turno. En todos los partidos fue claramente sometido.
No está demás destacar que Cocca llegó a Central porque el equipo del Patón Bauza había perdido también la brújula y porque lo de Ferrari nunca arrancó, pese a que el Loncho tuvo muy poco tiempo para trabajar.
Es probable que sea poco también el tiempo de Cocca como para exigir que el equipo muestre una cara totalmente distinta, pero lo llamativo que no se notó ningún crecimiento. Más bien todo lo contrario: lo que hubo fue un claro retroceso, que lo único que hizo fue estrechar lazos con la desazón.
Sólo los tres puntos
En su debut como técnico de Central, Cocca puso en cancha un equipo con mayoría de futbolistas que venían actuando no sólo con Bauza, sino con Ferrari. Por allí la novedad más saliente fue la vuelta de Ortigoza, quien había perdido terreno con el Loncho. Fue un partido en el que el oportunismo canalla resultó clave. Porque golpeó en los momentos justos y en dos de las pocas situaciones claras que tuvo. El Bicho no sólo lo complicó en el primer tiempo, sino que en el segundo le invadió el área a Jeremías Ledesma cuantas veces se lo propuso. La actuación del arquero, más la ineficacia de los futbolistas de Argentinos a la hora de la definición, le dio la chance al canalla de sumar sus primeros tres puntos en el año y lograr una victoria después de 14 partidos. Fue un arranque perfecto para el ciclo de Cocca, más allá de que el resultado estuvo claramente por encima de las formas en la que el mismo se logró.
Huérfano de fútbol
Flojo partido de Central en tierras paraguayas. Con la ya mala situación en las posiciones con vistas a una clasificación a octavos de final de la Copa, Cocca optó por hacer una rotación importante. El único ausente por lesión fue el Colo Gil, pero el DT decidió dejar afuera a otros futbolistas, como los casos de Lovera, Barbieri, Rinaudo y Camacho (estos tres últimos ingresaron). La mira había sido puesta en Independiente y con ese panorama la actuación contra Libertad dejó mucho que desear. El equipo jamás pudo ser competitivo y los paraguayos se lo hicieron sentir. Fue un trámite sumamente desparejo, en el que nuevamente Ledesma fue uno de los principales protagonistas, impidiendo que el 0-2 final no resultara más abultado. En su tercer partido al frente del equipo, Cocca tampoco pudo lograr una mejora en el rendimiento.
La misma cantinela
En la última fecha de la Superliga y con la necesidad de sumar puntos para el promedio de la próxima temporada, Central volvió a flaquear. Claro que esta vez fue con el equipo supuestamente titular, con todos aquellos futbolistas que el técnico había guardado en Paraguay por Copa Libertadores. No fue abismal la supremacía que le marcó el rojo, pero a Central se le hizo decididamente difícil marcar los tiempos y los ritmos del encuentro. Otra vez generó pocas situaciones. Es más, su peor cara se cristalizó en la imposibilidad de mantener la ventaja que había obtenido cuando Ortigoza marcó de penal. Ni siquiera de ello pudo sacar provecho. Cuando Independiente se lo dio vuelta (en ese mismo primer tiempo), el canalla quedó a expensas de la voluntad y el fútbol del rival. Otra vez Ledesma resultó vital para que la caída no fuera más pronunciada.
El rival le quedó enorme
Otro partido por Copa Libertadores y una muestra más de parte de Cocca sobre la menor importancia que por ese entonces le daba al certamen continental. Sólo Ledesma, Molina y Parot fueron los habituales titulares que jugaron (también Barbieri pero estaba suspendido para actuar contra Aldosivi). El resto fueron juveniles (más Herrera) y la apuesta estuvo lejos de prosperar. Apenas un inicio de partido con algunas insinuaciones, pero de ahí en más fue todo de Gremio, que mereció mucho más de un gol de diferencia en el primer tiempo. Futbolísticamente Central mejoró a cuentagotas con el ingreso de Duván Vergara (por un inexpresivo Pereyra), pero el equipo brasileño por momentos se floreó. Como en todos los otros partidos, Ledesma tapó unas cuantas pelotas importantes y el gol sobre el final de Jonás Aguirre sólo sirvió para maquilar lo que fue otra dura derrota.
El peor rendimiento
Decididamente la peor presentación en la era Cocca, casualmente en el quinto partido del ciclo, donde ya se debieran haber visto algunos cambios. De hecho el propio entrenador durante la semana había dicho que ante Aldosivi "se va a ver una mejoría del equipo". El final del encuentro, con un Central desvencijado futbolísticamente y exponiéndose a una goleada del Tiburón, fue el fiel reflejo de lo mal que había jugado. Es recurrente caer en la figura de Ledesma, pero es lo que hay. Si el uno canalla no hubiese tapado dos o tres pelotas clave en el primer tiempo, el resultado pudo haber sido catastrófico. Pero lo más llamativo, y preocupante a la vez, es que Central no haya podido meterse nunca en el partido para al menos ilusionarse con una remontada o evitar que la diferencia no fuera de varios goles teniendo en cuenta que los tantos de visitante cuentan. En ese quinto partido de Cocca al frente del equipo no sólo no se vieron mejoras, sino que fue el peor rendimiento de todos.