En ese sentido, explica: "Estuve tres veces en California, también en Australia, y no tengo registros de desarrollos de una línea de investigación similar en otro lugar. Entendemos que si los resultados son positivos, la productividad va a tener un impacto muy esperanzador en la productividad, rentabilidad y sustitución de importaciones", comentó el productor frutícola Laureano Delarmelina, con suma cautela respecto al novedoso e innovador proyecto que encabeza, puesto que en principio serían algunas variedades de las que se cosechan en los campos de Coronda y Desvío Arijón.
Con respecto al proyecto, que cuenta con el aval de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de Santa Fe, destacó: "Muy agradecido y considerado hacia la secretaria Marina Baima porque sé que el proyecto tiene una potencialidad científica y de sustitución de importaciones, además de representar una ayuda gigantesca hacia el productor. Es una producción bisagra y un cambio de paradigma en la forma de producir, a tal punto que me ha permitido ser Masterlife en la Universidad de California para utilizar la genética de esa institución, que cuenta con el programa Nº1 del planeta en esa materia y por eso también le agradezco a Raquel Chan, que es la Messi de la ciencia argentina".
A su vez, añadió: "Estoy totalmente convencido de lo que estamos haciendo y son logrables, pese a que hay gente que no comparte el avance de la ciencia. No obstante, estoy halagado que alguien con la doctora Chan esté trabajando este proyecto al igual que Elina Welchen, que es una verdadera topadora a la hora de estar en todas y todos los detalles. No quiero se grandilocuente, pero estamos en un momento realmente histórico, porque el impacto económico de lo que se está investigando puede ser sorprendente y vamos por el camino correcto. Tengo devoción por Raquel Chan, por eso necesitamos potenciar nuestra capacidad porque genera soberanía, riqueza y reemplazo de importaciones".
También ponderó a Coronda como la capital nacional de las frutillas y el potencial que hay por delante. "Todas las plantas de frutillas que se utilizan en la provincia son plantas importadas y se producen en otras provincias, por eso la importancia de tener una planta provincial que permita sustitución de importaciones", valoró.
El proyecto se encuentra en plena fase de investigación y se habla de miles de millones de pesos por año, puesto que este desarrollo permitiría, además producir mayor cantidad de kilos de frutillas. "Esta tecnología es replicable, es producir para plantar de manera local a través del proceso de incubación donde se produce la fruta; a su vez, la idea es generar una empresa que pueda producir con esta tecnología", apuntó.
Frutillas (ARCHIVO)
La bajante del río Paraná trae aparejada el aumento de la salinidad en el agua y eso pone en riesgo la producción de frutillas en Coronda.
Foto: Virginia Benedetto/La Capital
Por su parte, la biotecnóloga e investigadora del IAL-Conicet, Elina Welchen celebró: "Estamos muy entusiasmados, por suerte salió el financiamiento, ahora esperamos realmente poder generar las bases y los nuevos conocimientos y condiciones para poder desarrollar el cultivo de frutillas en la provincia y no necesitar traslado de material distintas zonas del país". En este sentido Welchen se refirió al derrotero que atraviesa el plantín de frutilla una vez que ingresa genéticamente modificado desde California, puesto que pasa por Mendoza, luego se estaciona en Chubut y finalmente se traslada a Coronda y Desvío Arijón para su correspondiente cultivo del cual se abastece al 47% del país, según datos desde el municipio de Coronda.
En suma, el proyecto busca generar condiciones propicias de crecimiento artificiales y controladas con distintas intesidades y calidades de luz. Y a la vez, estimular las mismas condiciones de crecimiento apropiadas para crecimiento de la planta, sin tener que abordar todo ese traslado por varias provincias del país.
"Inicialmente, parte del proyecto contempla cámaras de cultivo capaces de ser controladas número de horas de luz, temperatura, concentración de CO2, regular esas condiciones en esos distintos ambientes artificiales, a partir del conocimiento de la fisiología vegetal. Una vez que eso esté listo, la idea es reproducir esos plantines para que cualquier productor frutillas pueda hacer crecer su planta, ya sea en Coronda o Desvío Arijón, y generar mayor producción en sus plantas, sin desmedro de la calidad del fruto y aspecto, sin afectar la naturalidad, fruto y tamaño", explicó.
Conocimiento al alcance de todos los productores
"La idea es que favorezca a todos y el conocimiento esté disponible para todos", destacó. En ese contexto Welchen anticipó que en una segunda fase del proyecto, la idea es generar un cultivo in vitro para evitar la importación de Estados Unidos y que la fruta sea netamente autóctona. "Para eso es un camino más extenso porque implica generar las condiciones para ese tipo de cultivo (in vitro), a partir de una yema de la planta capaz de generar planta nueva en un tubo de ensayos, con nutrientes que requiere para ser trasplantada", precisó.
A su vez, resaltó que ese proceso sería muy beneficioso económicamente en costos de importación y todo lo relacionado a ese proceso productivo. "Es algo más ambicioso, tiene sus riesgos, como todo, ya que estamos hablando de un organismo vivo, pero las bases científicas están para poder lograrlo", destacó la investigadora del IAL-Conicet.
"Hay resultados preliminares que son muy alentadores, pero eso sería la segunda parte del proyecto; el objetivo es tener una variedad netamente santafesina, el conocimiento esté disponible y abierto para cualquier productor de frutillas, como organismo de ciencia público que somos", aseguró.
Coronda, la capital de la frutilla
Por su parte, la subsecretaria de Producción de Coronda, Belén Sierra, comentó que, en la actualidad, entre Coronda y Desvío Arijón hay 330 hectáreas implantadas, y cada hectárea contiene 50 mil de diferentes variedades. Las frutillas primicias son las que empiezan a dar las primeras cosechas que luego ingresan al mercado y se distribuyen a todo el país entre mayo y junio.
Desde la provincia, Marina Baima, secretaria del área de Ciencia, Tecnología e Innovación y la encargada de articular lo público con lo privado, subrayó que este proyecto de frutillas autóctonas forma parte de diez proyectos disruptivos de los cuales se espera que el impacto notable. "Cuando finalice el proceso de desarrollo pueden generar impacto en divisas y ahorro de procesos, puesto que en este contexto, esta generación de proyectos estratégicos refuerza la importancia de la inversión, ya que asoman como altamente competitivos y cuentan con todo ese ADN innovador santafesino", valoró.
Conocimiento científico
"Todo esto requirió mesas de diálogo con empresas y las y los investigadores también institutos de excelencia trabajando juntos, el de las frutillas es uno de ellos a partir de una convocatoria abierta y pública, donde se encuentran las científicas Raquel Chan y Elina Welchen, de IAL-Conicet", señaló para agregar que el proyecto de las frutillas "se trata de una investigación absolutamente disruptiva".
Con vistas a la gestión que encabezará el gobernador electo Maximiliano Pullaro desde el 10 de diciembre próximo, Baima anticipó: "Sabemos que a medida que se pueda, estas políticas se van a ir implementando porque hay buen diálogo con la gestión que viene. Venimos trabajando a partir de la generación de inversión estratégica para crear instrumentos que pongan en foco un plan de excelencia científica, a partir de la vinculación tecnológica entre los institutos y universidades públicos y el aporte privado para que tengan un impacto social o productivo innovador".
Desarrollo productivo
En ese marco se desarrollaron proyectos en más de 10 departamentos, con aval de instituciones públicas y privadas, Fundaciones y los sectores agropecuario y economía del conocimiento, a partir de llamados de esa convocatoria y mediante una coinversión con la Agencia de Innovación y Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+I), presidido por Fernando Peyrano, y el programa Escala Conocimiento de la provincia.
"Como el sector privado no innova solo, recurrimos a la Agencia (I+D+I) y por cada peso que invertía, el Estado provincial lo hacía de la misma manera. A partir de allí, realizamos un llamado a través del programa Santa Fe Escala Conocimiento para que el sector productivo ponga a disposición su infraestructura y lotes productivos para llevar a cabo el proyecto", destacó.
"Hay proyectos muy disruptivos y extremadamente estratégicos para la provincia, puesto que el impacto que tienen puede ser muy grande", subrayó Baima.
Frutillas (ARCHIVO)
La bajante del río Paraná trae aparejada el aumento de la salinidad en el agua y eso pone en riesgo la producción de frutillas en Coronda.
Foto: Virginia Benedetto/La Capital
Los proyectos seleccionados tienen prevista una inversión total de $415.177.984,10 de los cuales la suma de $277.516.134,24 es otorgada en carácter de Aportes No Reembolsables, afrontados en partes iguales por la Agencia Nacional I+D+i y la Secretaría de Ciencia y Tecnología, a partir de la articulación entre e instrumento fue fruto del trabajo articulado entre la Agencia I+D+i y el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología, mediante un convenio marco de colaboración y cooperación técnica.
Los proyectos seleccionados
Entre los proyectos seleccionados para su financiamiento también se encuentran HyperBull: fecundación in vitro en bovinos para el aumento de la producción ganadera; secuenciación metagenómica como herramienta de diagnóstico en enfermedades infecciosas; desarrollo de un proceso para la obtención de biocompost pecuario de alto valor como contribución significativamente al desarrollo de un sistema de agricultura sostenible en Santa Fe; diseño y desarrollo de un producto innovador e inteligente para mejorar los índices de siembra del sector agrícola.
También figuran las siguientes iniciativas: obtención de pared celular y extracto soluble a partir de caldo residual de levadura cervecera; desarrollo de un sistema acuapónico cerrado de alta eficiencia y de un aditivo probiótico para acuicultura; desarrollo de tecnología para la mejora en calidad de producción
de levaduras cerveceras con fines de exportación; obtención de fitoesteroles y oleinas a partir de desechos de la refinación de aceite vegetal.
Además, se encuentran seleccionadas: producción de bioingredientes a partir de levadura propagada en lactosuero para su incorporación en alimentos para animales como probióticos, aminoácidos, fibras y resaltantes del sabor; escalado piloto de la producción de Anfotericina B Liposomal mediante técnicas micro y milifluídicas; desarrollo biotecnológico para optimización y escalado industrial de primer lote comercial de enzima utilizada para optimizar la alimentación de monogástricos (Fitasa).