La llegada de gendarmes generó un lógico movimiento entre los dueños de los hostels que los alojarán. Mientras algunos ya se alistan para recibirlos, otros directamente se negaron porque prefieren continuar trabajando con su clientela habitual. No obstante, en la cámara que agrupa al sector, expresaron que tienen espacio suficiente para albergar al menos a una primera tanda de alrededor de 500 efectivos aun sin que todos los negocios integrantes se sumen.
La situación puso ayer en alerta a varios involucrados en el acuerdo Nación-provincia por la seguridad ya que se generó incertidumbre en torno a si Rosario iba a contar con espacio suficiente para alojar a los referentes de Gendarmería. Sin embargo, los empresarios locales despejaron dudas. "Estamos a disposición", sostuvo Gabriel Zysman, propietario de un hostel.
Las consultas para hacer las reservas correspondientes comenzaron hace varios días, incluso antes del primer desembarco en Rosario de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
La cámara rosarina tiene alrededor de 25 hostels, aunque en la ciudad hay unos diez más que no pertenecen a esa agrupación. Según pudo saber LaCapital, cerca de 10 locales de la entidad ya se negaron a recibir a la fuerza, aunque el resto sí estaría en condiciones de hacerlo, por lo que por estas horas discuten con las autoridades sobre cantidad de plazas y modalidad de trabajo.
Por el contrario, los dueños que se negaron a contar con los uniformados verdes en sus habitaciones, adujeron que, más allá de la seguridad de demanda que brinda Gendarmería, prefieren seguir contando con su público habitual: turistas (en su mayoría jóvenes) nacionales e internacionales. Además, suelen concurrir mochileros, profesionales de diversas áreas para congresos y deportistas. De hecho, a partir de octubre se desarrollarán en Rosario varios encuentros, sumado a que en la primavera hay más turismo que en invierno.
La fuerza inició contactos con los operadores hoteleros locales para garantizarles alojamiento antes de que finalice el mes.
De todas maneras, los referentes pusieron ciertos reparos en torno a la forma de pago por viáticos que se habría decidido a nivel nacional: una modalidad ya implementada en el último arribo de fuerzas federales (entre fines de 2015 y la primera quincena de febrero de 2016). Para los representantes de los alojamientos, "esa manera de abonar es engorrosa". En este sentido, dijeron que anteriormente era directamente el Estado el que se hacía cargo de pagar.
Tiempo. Otro problema estaría centrado en la incertidumbre sobre el tiempo de permanencia de los gendarmes.
Si bien se indicó oficialmente que en principio patrullarán la ciudad hasta diciembre de 2017, el acuerdo entre la fuerza y los hostels es por el momento hasta el mismo mes pero de este año.
Así y todo, no sólo los hostels alojarían a los gendarmes. De hecho, existe la posibilidad de que se reserven habitaciones en hoteles de algo más de categoría, y no solamente cuartos compartidos, para personal de mayor jerarquía de las fuerzas de seguridad.
De todas maneras, Zysman insistió en llevar tranquilidad a quienes piensan que no habría lugar en hostels. "Con 15 locales y a razón de 25 camas por cada uno, el número cierra", remarcó.
Finalmente, distintas fuentes detallaron que una de las cuestiones que atraen a los uniformados a los hostels es la posibilidad de dormir en grupo, la existencia de espacios comunes y la forma de operar de estos alojamientos, que permiten reuniones, comidas y otro tipo de encuentros de la fuerza acostumbrada a un estilo de vida y trabajo de esta naturaleza.
Fuerte apoyo a los uniformados
Una reciente encuesta demuestra que los vecinos de Rosario aprueban la presencia de la Gendarmería en la ciudad. Sobre alrededor de 350 consultados, el 60 por ciento aprobó la iniciativa. De todas maneras, el gobierno nacional se encargó de decir en varias oportunidades que la presencia de uniformados no será sólo eso. La idea es destinar a Santa Fe personal que también pueda realizar seguimiento y análisis de la información criminal.