Empleados de cabinas donde se recargan las tarjetas de colectivos salieron al cruce de las críticas sobre el horario de atención a los usuarios. Nucleados en la cooperativa de trabajo La Unión (conformada por personas con discapacidad), advierten que en algunos casos los puestos deben cerrar al mediodía porque la persona a cargo hace doble turno y tiene 45 minutos para almorzar.
Días atrás el concejal de Cambiemos Carlos Cardozo presentó un proyecto donde, a partir de numerosos reclamos de usuarios del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), solicita al Banco Municipal de Rosario que en todas sus sucursales estén disponibles los posnets para la recarga de la tarjeta Movi.
El edil señaló que "se han recibido reiterados reclamos acerca de la dificultad que representa para la usuarios cargar la tarjeta en las sucursales del Banco Municipal, ante la imposibilidad de recargar en puestos públicos o de gestión privada".
"No es la primera vez donde nos critican porque al mediodía algunos puestos, como el de Lamadrid y San Martín, están cerrados", señaló a La Capital Cristina Baldivieso, integrante de la cooperativa La Unión.
Cristina trabaja por la tarde en una de las cabinas ubicadas en la plaza Montenegro. En su puesto por la mañana hay una persona que trabaja hasta las 13.05 y ella abre a las 13.30. Si bien por casi media hora está cerrada, a pocos metros hay otro sitio de recarga que permanece abierto. Sin embargo, advirtió que en algunos barrios hay trabajadores que hacen doble turno en las cabinas, por lo cual tienen solo 45 minutos para almorzar e ir al baño.
"Al mediodía se cierra por cambio de caja o porque la persona que hace doble turno tiene que almorzar. Y eso me parece más que entendible", señaló.