Un militar retirado del Ejército mató ayer a su mujer de tres tiros en el pecho cuando salía del bingo de la ciudad bonaerense de Olavarría junto a un amigo porque creía que lo engañaba.
Un militar retirado del Ejército mató ayer a su mujer de tres tiros en el pecho cuando salía del bingo de la ciudad bonaerense de Olavarría junto a un amigo porque creía que lo engañaba.
Tras el hecho, el ex militar, identificado como José Milton Tapia, de 67 años, se dirigió a la cercana ciudad de Azul, donde tiene su vivienda, se presentó en una comisaría, entregó el revólver con el que mató a su mujer y quedó detenido.
El hecho ocurrió ayer a la madrugada, alrededor de las 3.30, cuando la víctima, llamada Silvia Noemí Marchesi, de 53 años, salía del Bingo de Olavarría, ubicado en Rivadavia al 7400 en esa ciudad del centro de la provincia de Buenos Aires.
Marchesi había llegado al lugar a las 23 del lunes en su auto Renault Megane junto con un compañero de trabajo, de nombre Gastón Urruti , de 44 años, procedentes de Azul, ciudad ubicada a unos 50 kilómetros de distancia.
La fiscal que investiga el caso, Susana Alonso, dijo a la prensa que Marchesi y Urruti se dirigieron al estacionamiento del bingo y subieron al Megane con intenciones de regresar a Azul, cuando fueron sorprendidos por Tapia, quien a bordo de una camioneta Toyota les cortó el paso.
De acuerdo con el relato que hizo el playero del estacionamiento, el ex militar bajó de la camioneta con un revólver en la mano, se aproximó a una de las ventanillas, la rompió de un culatazo y dijo en voz alta: "Te dije que te iba a agarrar", tras lo cual le disparó a Marchesi tres veces en el pecho.
Urruti, en tanto, alcanzó a bajar del auto y escapó a la carrera, aunque uno de los proyectiles lo rozó a la altura de la cadera, sin riesgo para su vida.
Luego de asesinar a su mujer, Tapia regresó a su camioneta y escapó del lugar a toda velocidad.
Momentos más tarde llegaron a la escena del crimen los efectivos de la Comisaría Primera de Olavarría y personal médico de emergencias, quienes constataron la muerte de Marchesi y le efectuaron las curaciones de rigor a su amigo.
La fiscal Alonso afirmó que el rumbo de la camioneta fue tomado por las cámaras de monitoreo, por lo que el personal policial se dirigió a Azul, situada a 50 kilómetros, con el fin de detener al sospechoso.
Sin embargo, Tapia se presentó una hora después junto a su yerno en la Comisaría Primera de esa localidad, donde confesó el crimen y entregó el revólver calibre .38 utilizado en el hecho, por lo que quedó inmediatamente detenido y a disposición de la Justicia.
La principal hipótesis de los investigadores es que el ex militar mató a su mujer porque creía que lo engañaba con Urruti, aunque este dijo que sólo eran amigos, que se conocían por trabajar juntos en una cooperativa eléctrica de Azul y que, incluso, en el bingo habían jugado en sectores diferentes.
Los investigadores realizaron los peritajes correspondientes en la escena del crimen y como hallaron un solo plomo deberán aguardar el resultado de la autopsia para corroborar que los otros dos proyectiles quedaron alojados en el cuerpo de la mujer.
La representante del Ministerio Público, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Azul, descentralizada en Olavarría, aseguró que la causa será encuadrada como "femicidio y lesiones".
"En las próximas horas vamos a llamarlo a indagatoria para después pedir la conversión de la aprehensión en detención", concluyó la fiscal Alonso.