Singapur- Las mujeres son su peor enemigo en su propio puesto de trabajo cuando se refiere a ascender, ya que un estudio internacional sugiere que son menos proclives a promoverse entre ellas que sus colegas masculinos.
Singapur- Las mujeres son su peor enemigo en su propio puesto de trabajo cuando se refiere a ascender, ya que un estudio internacional sugiere que son menos proclives a promoverse entre ellas que sus colegas masculinos.
El estudio elaborado durante este año, que forma parte del nuevo libro de la experta estadounidense en comportamiento Shannon L. Goodson, comparó casi 11.500 profesionales femeninas con 16.700 hombres de 34 países.
Goodson, autora del libro “The Psychology of Sales Call Reluctance”, dijo que las mujeres profesionales de Gran bretaña, Estados Unidos y China eran más tendientes a promover sus intereses, mientras que las de Nueva Zelanda y Suecia son las más tímidas, seguidas de las australianas y las canadienses.
Pero sobre todo, las mujeres no hacen lo suficiente para impulsar sus propias carreras, dijo la autora en un documento.
“Las mujeres no crearon el 'techo de cristal', la barrera invisible a la que se culpa de limitar su capacidad para ganar lo que se merecen, pero ayudan a mantenerlo”, dijo Goodson.
“Ser capaz de llamar la atención sobre tus contribuciones y competencias en el trabajo se ha convertido en una parte importante de la gestión moderna de las carreras, y es algo a lo que la mayoría de las mujeres no están dispuestas o no son capaces de hacer tan sistemáticamente como sus colegas varones”, añadió.
La investigación de Goodson halló que mientras que la mayoría de los hombres no tienen reparos en tratar de promocionar sus aportes, e incluso a veces mienten al respecto, las mujeres aún se aferran al mito de que la autopromoción es “socialmente inaceptable”, “no propio de una dama” y “moralmente sospechoso”.
“Creen que sólo el trabajo arduo basta para igualar su estatus y su salario con el de sus colegas masculinos”, dijo.
“El trabajo bien hecho es importante, pero sólo el trabajo bien hecho no habla por sí mismo, tienes que hacerlo saber”, explicó la autora.
La investigación de Goodson también halló que las mujeres que han logrado ascender en la escala corporativa tienden a “llevarse con ellas la escalera”, algunas veces incluso saboteando las posibilidades de otras mujeres que persiguen la promoción.
Esta parte del estudio, realizado principalmente en Estados Unidos, reveló que las ejecutivas pueden no alentar o apoyar a sus colegas femeninas.
“Esto lleva a muchas mujeres del estudio a preferir a jefes hombres, alegando que ellos son más constantes e imparciales que las mujeres”, añadió Goodson. (Reuters)
Por Lucas Aranda