La osteoporosis, enfermedad en la cual la calidad de los huesos está reducida, es cada vez más frecuente por el ritmo de vida actual. La comida chatarra y el sendentarimo son factores que influyen en esta tendencia. Así lo considera el endocrinólogo rosarino Ariel Sánchez, para quien también incide el incremento de la expectativa de vida.
"La patología es frecuente en las naciones occidentales y las que se occidentalizan. Seguramente influyen el estilo de vida urbano, el hecho de que la gente se mueva poco y ande en auto, coma mal (comida chatarra). Los chicos rápidamente dejan de tomar leche y pasan a beber gaseosas", dice Sánchez.
Otro factor que incide es la edad. "Cada vez vivimos más y esta enfermedad es un problema de la población adulta, añosa. Con una expectativa de vida de 75 a 80 años en Argentina, las fracturas por pérdida de densidad ósea pasan a ser un problema importante de salud pública; además de costoso por los días de hospitalización, atención médica y gastos quirúrgicos", agrega el especialista, quien es consultor en osteología certificado por la Sociedad Argentina de Osteoporosis.
Según estudios hechos en Buenos Aires se ha visto que de cada 4 mujeres, 2 son normales, y 2 tienen baja masa ósea (de éstas una tienen una disminución leve de la masa ósea y otra tiene osteoporosis). En el hombre es menos común, se calcula que hay 4 veces menos osteoporosis en relación a la mujer. La pérdida de la función hormonal ovárica en la mujer después de los 50 años lleva a que la masa ósea empiece a perderse. En el varón si bien hay una declinación hormonal gradual con la edad, no es brusca, y el hombre está más protegido por sus hormonas masculinas que siguen estando presentes hasta edades avanzadas.
Si bien no es lo más común, se detectan mujeres jóvenes con osteoporosis, lo cual -para el profesional- no está tan relacionado con la nutrición sino con la genética.
Para el especialista, la clase media en Rosario tiene conciencia acerca del problema y se hace los controles médicos correspondientes.
La salud de los huesos es importante porque "si uno logra evitar esa pérdida de masa ósea _que se da de manera acelerada en la mujer durante la posmenopausia_ y hace una vida sana, las probabilidades de tener fracturas osteoporóticas bajan mucho. Las fracturas son dolorosas, inmovilizan, algunos quedan impedidos físicamente".
Nutrición. La nutrición adecuada para la salud del hueso tiene que ser una alimentación variada, que tenga buenas porciones de verduras y de frutas, porque contienen elementos que le vienen bien al hueso. Pero lo más importante es el calcio. "Los alimentos no lácteos (carne, verduras, frutas, huevos) proveen aproximadamente la mitad del calcio que necesitamos. La otra mitad tiene que ser provista por lácteos. Por eso las personas que odian la leche o no la toleran, necesitan comprimidos de calcio para suplementar lo que les falta", aconseja.
La vitamina D es el otro elemento importante para el hueso y se consigue mayormente por la exposición solar. "Aunque también por los alimentos, pero los que la contienen en cantidad no se consumen habitualmente como pescados grasos de mar (ejemplo, caballa, atún) y huevo", dice el especialista.
El sol genera vitamina D en la propia piel, la cual favorece la absorción del calcio en el intestino. Aconseja una exposición de 15 minutos, dos o tres veces por semana.
Otro de los pilares para cuidarse es el ejercicio físico. El profesional explica que la práctica intensiva puede aumentar la densidad mineral en alguna zona determinada del cuerpo, pero para ello requiere un entrenamiento específico de la región lumbar o la cadera por ejemplo, en función de la necesidad de cada uno.
Y si bien el ejercicio general (caminata, trote, natación) no va a aumentar el contenido mineral en regiones muy específicas, hace bien. Se sabe que las mujeres mayores de 60 años que caminan con regularidad, se caen y se fracturan menos que las que son sedentarias.