El periodista Marcelo Abram, corresponsal de LaCapital en el cordón industrial, murió ayer cuando una lancha que navegaba por el Paraná lo atropelló frente a la zona norte de Rosario, adonde había ido a nadar junto a dos amigos.
El periodista Marcelo Abram, corresponsal de LaCapital en el cordón industrial, murió ayer cuando una lancha que navegaba por el Paraná lo atropelló frente a la zona norte de Rosario, adonde había ido a nadar junto a dos amigos.
El accidente se produjo pasadas las 14.30, cuando Abram salió a nadar al norte de la rambla Catalunya. La lancha, tripulada por tres personas, lo embistió. Según fuentes policiales, la hélice lo alcanzó en un brazo y a la altura del tórax.
El periodista fue llevado por la misma lancha hasta la Rambla. Un testigo que vio el arribo de la embarcación contó que el nadador llegó "con el brazo y una parte del torso muy estropeados, había perdido mucha sangre". El hombre comentó que en la embarcación iban "tres muchachos, que lo trajeron desde el lado norte, y en seguida actuaron los bañeros y una enfermera; lo cargaron en una camilla y lo llevaron a una chata, no esperaron a la ambulancia, estaba muy desangrado". Otros testigos denunciaron que el traslado en forma particular se dio porque la ambulancia tardaba en llegar.
Abram había salido a nadar con dos compañeros. Uno de ellos, de nombre Mauricio, contó que iba nadando adelante de la víctima, escuchó un ruido y una lancha que se venía encima, luego advirtió los gritos de auxilio de su amigo y ayudó a subirlo a la embarcación, para volver a tierra firme a nado.
El herido fue trasladado al Policlínico Eva Perón, ingresó a quirófano para ser intervenido quirúrgicamente a raíz de las graves heridas, pero según trascendió no llegaron a operarlo. El deceso fue confirmado por fuentes del hospital pasadas las 17.
Marcelo Abram había nacido el 15 de febrero de 1961. Egresado de la carrera de Comunicación Social de la UNR, se especializó en la información proveniente del cordón industrial y portuario, tenía una larga experiencia en distintos medios de la región, y escribía en LaCapital desde 2001.
Pero además de su carrera periodística, era un nadador experimentado, y había participado de numerosos raídes en aguas abiertas. Entrenaba casi todos los días. Y ayer no fue la excepción. Salió al río y nadó hasta el trágico desenlace. Iba con su torpedo (flotador anaranjado que sirve para que el nadador sea fácilmente reconocido), que evidentemente no fue advertido por los tripulantes de la lancha.
Fuentes de Prefectura consultadas por este diario explicaron que el caso estaba en "proceso sumarial". Los responsables de la fuerza confirmaron que los que iban en la lancha eran tres personas mayores de edad, y que junto a Abram también nadaban otros dos compañeros.
Uno de los bañeros que lo asistió en un principio contó que los nadadores solían ir a la Rambla y dejar allí sus bolsos, y nadar río arriba para regresar después al punto de partida. Así lo hicieron ayer, pero "unos 30 minutos después vimos que venía la lancha con la gente haciendo señas", contó.
Al cierre de esta edición, el cuerpo de Abram debía ser trasladado al Instituto Médico Legal, por orden de la jueza Correccional Nº 10, Marcela Canavesio, para una autopsia. Ante las demoras en este traslado, la magistrada conminó al Sies para que procediera inmediatamente, y convocó al cuerpo médico del Instituto para que la autopsia fuera hecha anoche.
Canavesio ordenó también la detención de los tripulantes de la embarcación, que hoy deberán prestar declaración. A última hora de ayer, los familiares tramitaban en el servicio fúnebre de Caramuto (Córdoba al 2900) el velatorio de Marcelo.
La noticia causó conmoción en ámbitos políticos, institucionales y periodísticos, y estalló en las redes sociales.