El traspaso de mandos en el Senado ya se puso en marcha. Nunca antes durante la democracia recuperada una presidencia deja el poder en manos de una antagonista tan marcada; de Cristina Kirchner a Victoria Villarruel hay un abismo de diferencias políticas, ideológicas, sin embargo, el soberano con su voto es quien coloca las piezas de poder de acuerdo a los resultados numéricos que este miércoles fueron confirmados con el escrutinio definitivo: 14,56 millones de votos sacó la fórmula ganadora, y 11,60 la perdedora de Massa - Rossi.
Fue hace una semana, el martes 22, cuando Cristina rompió el hielo y apenas 48 horas después de la sonora derrota electoral de su fuerza política, invitó y recibió en el despacho de la presidencia de la Cámara alta a la nueva vice presidenta electa, expresión de la familia militar, negacionista de las causas que promueven los organismos defensores de los derechos humanos, y que, a su vez, reivindica el accionar represivo de los militares durante la última dictadura militar. Aquel fue un encuentro corto, dominado por la fría cordialidad, pero sirvió para abrir un puente que tal vez pocos imaginaron tener que transitar.
Este miércoles, una semana después de ese primer contacto de Cristina con su sucesora, y en coincidencia con la Asamblea legislativa de proclamación de la fórmula ganadora – un paso formal y legal, y que se llevó acabo con normalidad en el recinto de Diputados-, fue la conducción del interbloque de senadores y senadoras nacionales del Frente de Todos, encabezada por su presidente José Mayans, quien recibió “y le dio la bienvenida a la vicepresidenta electa de la Nación, Victoria Villarruel”, en las oficinas de la presidencia que conduce el formoseño en el segundo piso del Palacio Legislativo.
Mayans estuvo acompañado por la vicepresidenta del interbloque, Anabel Fernández Sagasti, y la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana di Tullio; mientras Villarruel fue secundada por el diputado electo por La Libertad Avanza, Guillermo Montenegro.
En medio de las intrigas aún no resueltas al interior del partido triunfante en el balotaje y del sector de aliados macristas que acudieron en su apoyo tras quedar terceros en la elección general del 22 de octubre, fue la propia Cristina quién se expresó claramente respecto de quienes deben ocupar los cargos clave en el Congreso; tanto de la presidencia de la Cámara de Diputados como la presidencia provisional del Senado (autoridad que le sigue a la vicepresidenta) “le corresponden a la Libertad Avanza que ganó el balotaje por amplia mayoría (tres millones de votos)”.
Curiosamente, las disputas aún no resueltas entre un sector del PRO y LLA para presidir la Cámara baja, se había trasladado a una presunta decisión política de la ahora oposición de quedarse con ese puesto sucesorio clave, sobre todo en el Senado. Donde el peronismo tendrá una cómoda mayoría.
“Basta con las operaciones de los micrófonos ensobrados en cuanto a que el ‘kirchnerismo’ o ‘Cristina’- cuando no…..- quiere quedarse con las autoridades del Senado”, escribió CFK en su red social. Y amplió, “sigo pensando exactamente lo mismo, tanto la Presidencia Provisional del Senado como la Cámara de Diputados el corresponden a La Libertad Avanza”.