Dublín. — Los irlandeses votaron mayoritariamente a favor de ratificar el pacto fiscal de la Unión Europea, según los primeros resultados oficiales dados a conocer por la comisión electoral en Dublín. El pacto impone severas reglas fiscales, rechazadas por el nuevo presidente de Francia, François Hollande, entre otros, pero apoyadas por la Alemania de Angela Merkel. Irlanda, junto con Portugal y Grecia, recibe ayudas estraordinarias de la UE y el FMI.
Tras el escrutinio, un 60,3 por ciento votó a favor y el 39,7 por ciento en contra. En la votación participaron 1,59 millones de personas sobre 3,1 millones.
La primera ministra Enda Kenny, del partido conservador Fine Gael, destacó que el país emitió una señal positiva hacia Europa. "Ahora Europa puede implementar sus reglas para llevar adelante una buena política presupuestaria", apuntó. De hecho la votación fue observada con recelo por el bloque europeo. Irlanda era el único país que sometería la medida del pacto fiscal a votación popular, y una negativa podría haber emitido una muy mala señal para la estabilidad de la Eurozona. Además, el país había sentado precedente en este sentido, al votar en 2008 en contra del Tratado de Lisboa.
No obstante, la votación irlandesa no era decisiva para la implementación del pacto, ya que los dirigentes europeos habían decidido que el pacto, para entrar en vigencia, debería contar con la aprobación de 12 de los 17 miembros de la zona euro.
Los irlandeses deberán pagar con el pacto un mayor impuesto a las ganancias y al valor agregado. Además, comenzarán a pagar impuestos por el agua potable, tradicionalmente gratuita en la isla. Hasta el momento el país tampoco había introducido un impuesto inmobiliario, que comenzará a ser aplicado en breve. Las medidas se producirán en épocas en que muchos ya de por sí deben hacer frente a la hipoteca de vivienda, a altas cuotas por los créditos y a una caída del valor de la propiedad.
El pacto fiscal europeo ya ha sido aprobado por los Parlamentos de Grecia, Eslovenia, Polonia y Rumania. En Alemania sigue siendo debatido por el gobierno y la oposición. El Reino Unido y la República Checa ya habían dicho que, como miembros de la Unión Europea, no respaldarán la medida. Pero estos dos países son los únicos sobre 27 socios de la UE en haber rechazado de entrada el pacto fiscal, durante las arduas negociaciones de diciembre pasado.