La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, perdió la batalla por mantenerse en el poder y lograr la reelección, después de que su partido socialdemócrata (SDP) se viera superado por sus rivales conservadores y de extrema derecha por estrecho margen. Sanna Marin ganó fama internacional por su juventud y frescura. Es una decidida defensora de Ucrania y logró que su país ingresara en la Otán. No se cree que sus vencedores cambien esta política, dado que todos los fineses ven en Rusia una amenaza existencial contra su nación. Tampoco parece en peligro la fuerte inserción de Finlandia en la Unión Europea.
Con el 99,4% de los votos escrutados, el partido derechista Coalición Nacional iba camino de obtener el 20,7% de los sufragios, mientras que el partido populista Finlandeses por la Nación se situaba en el 20,1%. El SDP de Marin obtenía el 19,9%. Con estos datos, Marin felicitó a los vencedores, pero celebró la mejora, tanto de la cuota de votos de su partido como del número de diputados previsto. “Es un gran logro, aunque hoy no haya quedado primera”, dijo a sus seguidores en Helsinki. “La democracia ha hablado, los finlandeses han votado, y la celebración de la democracia es siempre algo maravilloso”, añadió. “Tenemos buenas razones para alegrarnos por este resultado”.
El líder del conservador PNC, Petteri Orpo, declaró que el resultado era una “gran victoria, un fuerte mandato para nuestras políticas”, y añadió que su partido lideraría las conversaciones de coalición. Riikka Purra, líder de los Finlandeses, calificó el resultado de “excelente”.
Tradicionalmente, el partido más grande tiene la primera oportunidad de formar una coalición para obtener la mayoría, lo que significa que el mandato de cuatro años de Marin como primera ministra de Finlandia ha llegado a su fin, aunque el SDP aún podría formar parte de la nueva coalición, pero como segundo socio.
Los resultados dan al PNC de Orpo 48 escaños en el Parlamento unicameral de 200 escaños, 10 más que en la asamblea saliente, mientras que los Finlandeses tendrán 46, un aumento de siete diputados, y el SDP de Marin 43, una mejora de tres.
Marin, de 37 años, se convirtió en la primera ministra más joven del mundo cuando asumió en 2019 con 34 años. La determinación de Marin de disfrutar de su vida social le trajo problemas. El año pasado se vio obligada a pedir disculpas y a someterse a un control antidoping después de que salieran a la luz videos suyos bebiendo y bailando con amigos.
Su popularidad personal sigue siendo muy alta, pero con una recesión y el aumento de la inflación, las acusaciones de los líderes de la oposición sobre el excesivo endeudamiento del gobierno y el inflado gasto público calaron hondo. Orpo promete recortar drásticamente el gasto en subsidios de desempleo y vivienda, mientras que Purra, cuyo partido Finlandeses formó parte de un gobierno de coalición de 2015 a 2017, dijo que su prioridad es recortar la inmigración, prometiendo también centrarse en las políticas climática, de delincuencia y energética si forma parte de la nueva coalición.