El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuyo mandato termina en 10 días, renovó por 15 años la licencia a la cadena de televisión O Globo, la mayor del país, pese a que había amenazado con no hacerlo.
Jair Bolsonaro. El presidente brasileño abandonará el cargo en 10 días.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuyo mandato termina en 10 días, renovó por 15 años la licencia a la cadena de televisión O Globo, la mayor del país, pese a que había amenazado con no hacerlo.
Según una publicación en el Boletín Oficial, también se renovaron las concesiones de TV Bandeirantes, en Minas Gerais, y TV Record, en San Pablo.
En la noche del martes, la Secretaría General de la Presidencia publicó una nota en la que aseguraba que el proceso de renovación siguió los pasos previstos por el decreto que regula el servicio de radiodifusión y que, tal como lo indica el artículo 223 de la Constitución, las notas serán enviadas al Congreso Nacional para su análisis y deliberación.
Bolsonaro tiene una enemistad de larga data con O Globo, cadena que ha sido el principal blanco de sus ataques a la prensa incluso desde la campaña electoral de 2018.
A lo largo de su mandato, que empezó en enero de 2019, el presidente saliente amenazó reiteradamente con cancelarle su licencia a la cadena de TV, la de mayor audiencia del país, fundada en plena dictadura cívico militar.
Sin embargo, en el primer semestre de este año, cuando empezaba a estar en juego su reelección, aumentó un 75% del gasto en publicidad.
Desde que asumió, Bolsonaro apostó a los medios alternativos de ultraderecha para enviar sus mensajes y logró el apoyo explícito y oficial de dos cadenas de televisión abierta competidoras de Globo: el canal Record, propiedad de la evangélica Iglesia Universal, y SBT, cuyo titular es el magnate Silvio Santos, suegro del ministro de Comunicaciones, Fabio Faria.
O Globo históricamente combatió en sus editoriales a Luiz Inácio Lula da Silva, y manipuló un debate de candidatos en 1989 que definió aquella campaña en favor de Fernando Collor de Mello, que ganó los comicios aquel año.
El presidente electo también se queja habitualmente del tratamiento que O Globo hizo de su figura mientras fue víctima de lawfare por la Operación Lava Jato, sin derecho a réplica.
Su Partido de los Trabajadores (PT) fustigó las convocatorias realizadas por el canal con sede en Río de Janeiro, famoso por ser líder mundial en telenovelas, para que la población saliera a las calles para pedir la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff, víctima como Lula de otro caso de lawfare.
Por Lucas Ameriso