Cuentan los que conocen los entretelones de la Casa Rosada que los funcionarios nacionales todavía no terminan de sacarles- el perfil a los socialistas santafesinos. “Son complicados”, repiten para definirlos. Y se quejan porque algunas actitudes hicieron que varias veces terminaran por comerse una curva. “Dicen una cosa cuando están acá, pero después van a la provincia y terminan diciendo otra distinta”, se quejan con cierta resignación y amargura. Pero saben que la política tiene muchas caras: “Una cosa son los funcionarios, que tienen problemas por resolver, y otra muy distinta es el partido”, dicen para explicar los distintos tonos que se utilizan al hablar del gobierno de Macri. Prudentes, no repitieron en voz alta los nombres a los que les apuntan en los pasillos. De todos modos, en los últimos días no hubo quejas: el voto a favor de los legisladores socialistas al acuerdo con los holdouts les sacó una sonrisa.
Un defensor de lujo