Alhajas, trozos de embarcaciones, patines de hielo medievales y cráneos de siglos de antigüedad, piezas fascinantes de la historia de Londres, salen a la luz por la excavación de una nueva línea del tren subterráneo en la capital británica.
Alhajas, trozos de embarcaciones, patines de hielo medievales y cráneos de siglos de antigüedad, piezas fascinantes de la historia de Londres, salen a la luz por la excavación de una nueva línea del tren subterráneo en la capital británica.
La línea Crossrail de 118 kilómetros es el mayor proyecto de construcción de Gran Bretaña y la mayor excavación arqueológica en Londres de las últimas décadas. En el centro comercial se han hecho numerosos hallazgos, desde el trozo de un camino romano hasta decenas de herraduras de 2.000 años, adornos de oro del siglo XVI y restos humanos de larga data.
Los arqueólogos están exhumando huesos en un pozo cerca de la estación de tren y subterráneo de la calle Liverpool. Los restos pertenecen a algunas de las 20.000 personas enterradas en un cementerio establecido en el siglo XVI.
"Todo el mundo ha estado transitando la calle Liverpool durante años sin imaginar que pasaban sobre los cadáveres de uno de los cementerios más numerosos de Londres", comentó Nick Elsden, arqueólogo del Museo de Londres que ayuda a supervisar las excavaciones paralelas a las obras de la línea ferroviaria.
Los 2.000 años de historia de Londres se manifiestan a una profundidad de 5 a 6 metros, la distancia entre el nivel de las calles actuales y las calzadas de la época romana. Crossrail da a los arqueólogos la oportunidad de excavar algunas muestras no solamente a esa profundidad sino también más allá, a la era prehistórica.
El ferrocarril de 14.800 millones de libras (23.000 millones de dólares), que se inaugurará en 2018, discurrirá de oeste a este, con una sección central bajo tierra de 21 kilómetros que pasa debajo de algunas de las secciones más antiguas y pobladas de la ciudad.
A lo largo de la excavación del túnel, que avanza a razón de 100 metros por semana y que debe completarse el año próximo, más de un centenar de arqueólogos han estado involucrados en exploración de 40 sitios en los últimos cuatro años.
Han hallado de todo, desde huesos de renos, bisontes y mamuts de hace 68.000 años hasta los restos de una residencia Tudor bordeada de fosas, patines de hielo medievales, un trozo de una embarcación de 800 años y los cimientos de un astillero del siglo XVIII.
También se hallaron esqueletos de víctimas de la Peste Negra, la plaga que arrasó con la mitad de la población de Londres en 1348.
Los descubrimientos más recientes incluyen piezas de pedernal, algunas en forma de pequeñas hojas, de un centro de producción de herramientas de hace 9.000 años junto al Támesis y en la calle Liverpool se halló una moneda veneciana de oro con un pequeño orificio que pudo haber sido usada como decoración en las ropas de una persona acaudalada.
Esta pieza reposaba en la zona de Liverpool Street (este de la capital), un escenario que hace siglos constituía una de las zonas más deprimidas de Londres en el límite entre el distrito financiero y el East End. Las personas allí enterradas incluyen pacientes de hospital psiquiátrico llamado Bedlam que nunca fueron reclamados por sus familias, además de gente de toda condición muerta durante las guerras y plagas, como la peste.