La escena: en el viejo bar Ramos de Buenos Aires, en la esquina de Corrientes y Montevideo, poco antes de ese viaje iniciático de 1977. Llopis recuerda que lo acompañaban en la mesa Armando Tejada Gómez; Hamlet Lima Quintana; Germán Lima, hijo de Hamlet: y Modesto López. Deslumbrado por la aventura que está por emprender, Quique confiesa que eso para él era premio suficiente, que no necesitaba nada más. Sin dejarlo terminar, Tejada da un fuerte golpe en la mesa y exclama: "Le voy a decir una cosa: si va a ir con esa mentalidad, no viaje. Ese es un festival competitivo y si usted va no es para pasear sino porque acepta las reglas de juego. Recuerde que cada canción es como un round de boxeo: tiene tres minutos para ganar. Entonces, si va a viajar, vaya y gane".