“Lo único que nos propusimos es desearle larga vida al Rey”. Y lo dice así, con mayúsculas. El que habla es Coco Utrera, bajista y una de las voces de Piano Bar, la banda rosarina que vuelve hoy, a las 21, al teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), luego de dejar gente afuera en la función del 9 de abril. “Nos autodenominamos Los Rosarinos de Charly”, dijo el músico en una entrevista con La Capital. Y habla de la banda que integra, que está encabezada por Tiago Galíndez, al que identifica como “un león, se come al público”, en voz, guitarra y piano; Sergio Alvarez, en guitarras y coros; Pato Masini, en piano y teclados y Cristián Papalardo, en batería. Que haya una banda que haga un tributo a un referente del rock , o un “homenaje” como elige destacar Utrera, quizá no sea una novedad. Pero que la banda de artistas locales tenga diseñada una gira con este espectáculo por algunos de los teatros más importantes del país es otro cantar.
Es que después de esta segunda función en El Círculo, el show “Piano Bar, una vida de Charly García en canciones” se lanza a un tour por el Quality Espacio en Córdoba (2/7), el Radio City en Mar del Plata (22/7), el Teatro Mercedes Sosa en Tucumán (12/11) y un día antes, el 11 de noviembre, en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, show al que Piano Bar considera como una suerte de coronación de su trabajo.
El concierto de hoy, con entradas a la venta en la boletería del teatro y en Ticketek, recorre la extensa trayectoria de García, incluyendo canciones de Sui Generis, Serú Girán y su carrera solista, sin apelar a la imitación, pero respetando arreglos, sonidos y climas de las versiones originales.
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Impactante puesta. Tiago, al frente de la banda en El Círculo.
—¿Por qué a un grupo de músicos rosarinos que hacen la obra de Charly los quieren ver en todo el país?
—Primero porque Charly García es una máquina de ser feliz y de hacer felices a las personas. Segundo, porque estamos trabajando con una productora que apostó todo a nosotros porque confió en el trabajo y el profesionalismo que tenemos. Y tercero porque el show es emocionalmente eufórico y sensible, porque si no entramos por el corazón entramos por el alma del público, y hay una puesta en escena muy grande y muy linda que es parte del espectáculo junto con las canciones.
—¿El show se llama “Piano Bar” porque se basa en ese disco de García o es un disparador para mostrar toda su obra?
—En realidad cuando nos juntamos en 2018 e hicimos el primer show tocamos todo el disco “Piano Bar”, es por eso que ahora mantuvimos el nombre. El show pasa por todas las vidas y etapas de García en todos sus momentos y estados: arranca desde la adolescencia con Sui Generis hasta casi lo último en la etapa de Say No More.
—¿Pero pasa por todas las bandas, incluso La Máquina de hacer Pájaros ?
—No, es todo menos La Máquina, absolutamente todo menos ese grupo, no llegamos a hacerlo porque si bien es la banda de rock más progresiva que tuvo García, también es la menos comercial, la menos popular de alguna manera. Pero ya lo vamos a agregar, de todos modos se pensó en lo que más le gusta al público. Y a la gente que va con ganas de escuchar algo de La Máquina la vamos a sorprender con otras cosas, o bien con otras locuras más hermosas de Charly.
Piano Bar - teatro EL CIRCULO, ROSARIO, 10 de JUNIO.
—¿Además de los clásicos también están los temas que son lados B, aquellos que no fueron hits?
—Claro, a eso me refiero, tenemos varios lados B, que a nosotros nos gustan más que los hiteros, pero cosas de ese estilo hay muchas. La gente se va del show con canciones hiteras, que van a salir cantando, y otras que las van a descubrir a través de nuestras interpretaciones. Es que a nosotros también nos pasó, que fuimos descubriendo y disfrutando los temas al tocarlos cada vez más.
—La obra de García es muy vasta, pero ¿cuáles son los temas en los que la gente se enciende más, o cuál es esa canción que sobresale del resto?
—Y....”Seminare”, aunque en Serú lo canta Lebón pero es un tema de autoría de García. Y después hay otros, que prefiero no adelantar aquí, que la gente se prende fuego porque baila. Y hace mucho que no se baila a García. Porque actualmente, por ejemplo, vas a un boliche y no lo ponen a Charly. Entonces la gente nos escucha tocar, se levanta de la platea y baila.
—Las bandas tributo siguen siendo un furor, primero empezó con las de Beatles, Queen y Pink Floyd, y ahora con aquellas que interpretan a bandas que ya no están como Soda Stereo o Patricio Rey y los Redonditos de Ricota o bien solistas como Pappo y Spinetta; e incluso con Charly, que sigue en pie pero ya no produce como antes. ¿La nostalgia es tan fuerte que se quiere volver a corear las que cantábamos cuando éramos más jóvenes?
—Yo calculo que sí, es mantener el recuerdo vivo, el momento. El asunto pasa porque generalmente, como decías, la mayoría de las bandas tributo son sobre la obra de artistas que ya no están. A García gracias a Dios lo tenemos vivo todavía. Eso no sé si nos juega en contra o a favor, pero por lo menos disfrutamos de que esté vivo. Más que tributo lo nuestro es un homenaje, un agradecimiento a su vida y a su música. Y Tiago canta como Tiago, no como Charly, y se come al público, es un león, por eso gustó tanto y la gente pidió una segunda función en un teatro como El Círculo.
—¿Charly tiene conocimiento de que existe una banda rosarina llamada Piano Bar, que toca sus canciones y sale de gira por el país?
—Sospechamos que sí, pero si no lo sabe, tarde o temprano se va a enterar, sobre todo cuando toquemos en el Gran Rex de Buenos Aires, ahí sí que se va a enterar. Veremos si podemos hacer un contacto con él, obviamente para invitarlo y si no que nos apadrine, aunque ya nos apadrinamos, o nos autodenominamos como Los Rosarinos de Charly.
—¿Este espectáculo y esta gira dejan la puerta abierta para que le hagan un nuevo homenaje a otro referente del rock argentino?
—No, tampoco nos propusimos eso. Por ahora lo único que nos propusimos es desearle larga vida al Rey.