Jorge Fritzler, uno de los fundadores de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, denunció que
existen varios casos de personas con diagnóstico de intoxicación en Fray Bentos, pero que las
autoridades uruguayas ocultan esa información para no generar una reacción adversa contra la
pastera Botnia en su propio país.
En contrapartida, dijo que hay unos 30 casos documentados en
Gualeguaychú. Se trata de pacientes que sufrieron vómitos y problemas respiratorios generados por
las emanaciones que produce la pastera finlandesa, que empezó a funcionar a mediados de noviembre
del 2007 en la otra orilla.
Estos casos, aseguró el asambleísta, fueron adjuntados a un expediente
en la causa judicial que se le inició a Botnia en los tribunales entrerrianos. “La empresa
está funcionando al 10 por ciento de su capacidad y ya hay varios casos de intoxicación en ambas
orillas. ¿Qué pasará, si se concreta, cuando esté trabajando a pleno?”, se preguntó Fritzler.
En diálogo con La Capital desde Gualeguaychú, el activista ni
quiere pensar en la posibilidad de encontrar respuesta a su pregunta: espera que con la lucha que
están llevando adelante, Botnia sea paralizada o directamente “expulsada” de la cuenca
del río Uruguay. “Resulta sospechoso que personas que han tenido problemas de salud en Fray
Bentos se vengan a atender a Gualeguaychú, tal vez porque no confían en lo médicos
uruguayos”, agregó.
Consultado sobre cómo puede ser que los médicos de Fray Bentos oculten
información vital a sus pacientes, Fritzler contestó de manera lacónica: “Todo está dominado
por Tabaré. La información no la difunden y se convierte en un secreto, aunque resulte difícil de
creer por todos. Pero es así. El presidente uruguayo domina la situación”.
Para el asambleísta, el gobierno de Tabaré Vázquez, desde que se inició
el conflicto, desplegó una metodología para amedrentar a la prensa y por extensión a los propios
ciudadanos para ocultar lo evidente, que Botnia es una empresa que contaminará el medio ambiente,
más allá de “la prensa que le hacen de que tiene uno de los mejores sistema para la
producción de pasta celulosa”.
Desafío y logística. La Asamblea de Gualeguaychú ya cumplió 423 días de corte ininterrumpido
en la ruta que comunica al puente que la une con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, el lugar donde
fue construida Botnia. El desafío, por estas horas, pasa por extender esa modalidad a los otros dos
pasos terrestres que unen a Argentina con Uruguay: el puente Colón-Paysandú y el paso de Concordia
a Salto (ver página 15).
“No es fácil, hay que implantar toda una logística, pero vamos por
el buen camino”, dijo Fritzler , quien recordó que la semana pasada no pudieron bloquear la
ruta en Concordia porque la Gendarmería se los impidió haciendo lugar a una orden judicial.
“No nos van a detener, lo vamos a seguir intentando”, alertó.
Es que la Asamblea de Gualeguaychú es la que aporta la mayor cantidad de
activista en los otros dos pasos (Colón y concordia). A pesar de que esas dos ciudades entrerrianas
tienen su propia organización, no son lo suficientemente fuertes o numerosas como sí lo es
Gualeguaychú.
Conciencia. “Nosotros ya dimos cuenta del poder que tenemos y de a poco vamos generando
más adhesiones para cortar en forma definitiva los tres puentes, que es lo que pretendemos”,
se sinceró el activista entrerriano. Fritzler negó que exista un desgaste entre los asambleístas de
Gualeguaychú. También descartó la posibilidad de levantar el corte a fines de febrero, como publicó
un matutino porteño. “No sé de dónde sacaron eso. Nosotros no vamos a entregar la lucha que
venimos sosteniendo desde hace cuatro años”, bramó.
Por otra parte, Fritzler dijo que la lucha del pueblo en trerriano,
lejos de amainar, se va extendiendo en el propio Uruguay, pese al “terror que infunde”
Tabaré. En ese sentido, acotó que se pudo formar la Asamblea Regional, un organismo que agrupa a
ecologistas argentinos y uruguayos con un objetivo de máxima: lograr ya no que Botnia se vaya de la
cuenca del río Uruguay, sino de Sudamérica.
“La gente en Uruguay se está concientizando cada vez más, y más
todavía con todos los problemas que están teniendo aun con Botnia funcionando al 10 por
ciento”, insistió. Fritzler adelantó que la Asamblea Regional tiene previsto realizar una
marcha y una serie de actividades el próximo sábado en ambos países. “El 26 de enero es el
Día Mundial contra la Globalización, y nuestra lucha está enmarcada contra estos proyectos
extranjerizantes”, sostuvo.
Relación con el gobierno. Fritzler también se refirió a la actual relación que mantienen con
el gobierno de Cristina Fernández y a las reacciones que tiene la presidenta sobre el conflicto.
“La reacción del gobierno es muy tibia, tirando a fría”, graficó el asambleísta, quien
dijo que solicitaron una reunión con la presidenta para intercambiar información, pero que desde la
Casa Rosada todavía no le dieron ninguna fecha oficial para el encuentro.
También tuvo palabras críticas hacia los delegados argentinos que
integran la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru), el organismo binacional que trata temas
comunes sobre el río fronterizo. “Ellos (por los delegados argentinos de la Caru) son
responsables de que se haya instalado Botnia frente a Gualeguaychú. No hicieron nada antes, cuando
la primera en solicitar el permiso fue Ence, y creemos que tampoco están haciendo nada ahora, con
Botnia ya funcionando”, aseveró.
Friztler juzgó que si el gobierno argentino y los delegados de la Caru
hubieran actuado a tiempo, allá por el 2003, otra hubiera sido la historia. “Ahora no nos
queda otra cosa que seguir luchando hasta erradicar estas empresas que le hacen daño a nuestra
gente”, concluyó el activista mientras se preparaba para un nuevo debate. l