Un joven de 20 años quedó en prisión preventiva acusado de haber baleado una casa y dejar una nota amenazante para exigir a sus dueños que le paguen 300 mil pesos. Como la nota sugería que llamaran a un teléfono para acordar el pago al día siguiente, la intervención de esa línea permitió en pocos días identificar al sospechoso. Así, Joel Julio M. fue detenido el lunes.
La familia amenazada tiene un almacén junto a su casa del barrio Tío Rolo, en la zona sudoeste. Según la reconstrucción de lo sucedido por parte del fiscal Pablo Socca, el ataque fue el 15 de febrero a las 3.30 cuando tiraron al menos cinco veces con un arma calibre 9 milímetros contra la casa. Algunas balas impactaron en el portón y otras en el Citroën C3 que estaba en el garaje.
Luego de disparar el agresor arrojó una nota escrita con birome azul: “Comunicate al número ese, tenés 24 horas para pagarnos 300 mil pesos porque si no va a ser peor la próxima. Y no vale hacer la denuncia porque me van a decir si llamás a la policía. Sabemos todo de vos y tu familia, cuántos son, cuántos autos tienen, que se sientan afuera, que al negocio lo atiende tu hija. Así que colaborá y nadie sale herido”, decía el texto que dejaba un número que, estableció la investigación, estaba a nombre de la novia del imputado pero era usado por él.
Dos horas después del ataque los dueños salieron a la calle y se percataron de que la casa tiroteada era la de ellos, además de encontrar la nota amenazante. Pero en vez de llamar al teléfono escrito en el papel fueron a denunciar el hecho. “En el barrio se escuchan tiros pero no suelen ser contra casas. Es la primera vez que nos pasa esto. No sospechamos de nadie porque no tenemos problemas con nadie”, dijeron.
Las víctimas también aportaron a los investigadores contexto sobre la zona donde por entonces se registraron amenazas y extorsiones. Los dueños de un almacén habían sido apretados para que no abrieran el negocio hasta tarde. Y también se había presentado un hombre en otro negocio y le dijo al dueño “vas a tener que poner plata o si no cerrás”
Sin cabida
Al día siguiente del ataque se intervino la línea de teléfono que el extorsionador había dejado en la nota y así se estableció que ese celular era usado por Joel M. Entre las conversaciones detectadas, dos días después del ataque le comenta a un hermano que está preso sobre lo que parece haber sido el ataque investigado. “Le caí a los de allá, pero no me dieron cabida”, comenta Joel. “¿Le caíste? No boludo, si te dije, boludo”, responde su interlocutor. “Cinco le tiré. Ahora voy a cambiar número, todo”, continúa el sospechoso, y agrega que cuando tenga nuevo teléfono se lo hará saber por Facebook. El hermano le preguntó más sobre el ataque: “¿Con quién fuiste?”. Y Joel responde: “Solo fui”.
>> Leer más: Tartita y Chanchón, dos hijos del "Viejo" Cantero, condenados por una serie de amenazas
El sospechoso fue ubicado en un allanamiento el 27 de febrero en la casa donde vive con su novia y la beba de dos meses de ambos, en otro sector del mismo barrio Tío Rolo. Al momento de la requisa Joel dijo no tener celular. Sin embargo los policías hallaron en su poder un ladrillo de marihuana y dos balanzas cuya propiedad admitió, lo cual le valió la apertura de una causa por drogas en la Justicia Federal. También se encontraron cinco balas calibre 357, diez de 9 milímetros y uno calibre 40, además de teléfonos celulares. Sin embargo, y así se hizo constar entre las evidencias, entre los hallazgos más llamativos estuvo un cuaderno tapa dura verde en una de cuyas hojas, arrancada del mismo cuaderno, fue escrita la nota con la amenaza.
Con esas evidencias el fiscal Socca imputó ayer al joven por extorsión en grado de tentativa agravada por el uso de arma de fuego y la portación del arma. El acusado se abstuvo de declarar y el juez Florentino Malaponte le dictó prisión preventiva por el plazo de ley de hasta dos años.
Además el magistrado autorizó la apertura de los cinco celulares incautados en el allanamiento a la casa donde fue detenido Joel, medida solicitada ante la presunción de que el joven podría ser parte de una organización que le haya encomendado _no se puede descartar que desde la cárcel_ el ataque extorsivo.