Está feliz. Pleno. Compenetrado. Lúcido. Efectivo. El rosarino Lionel Messi regresó ayer a la selección nacional luego de cuatro meses tras la sanción disciplinaria que le había impuesto la Conmebol por sus críticas a la entidad rectora del fútbol sudamericano, y anotó el único gol del clásico que se jugó en Riad, la capital de Arabia Saudita, en un amistoso de fecha Fifa, en lo que fue la victoria Argentina por 1 a 0 ante Brasil. Además, la buena producción del equipo ante el rival de toda la vida y uno de los más calificados del mundo, fue otro gran espaldarazo para la gestión del DT de Pujato Lionel Scaloni, quien ya apunta de lleno los dardos a lo que será encarar las eliminatorias del año que viene rumbo al Mundial de Qatar 2022. Volvió la Pulga, Argentina superó a la verdeamarella y el recambio en la selección marcha viento en popa, todas noticias positivas en el epílogo del año.
Messi es uno de los responsables directos de que Scaloni esté sentado en el banco de la selección Argentina. Es más se podría decir que es el técnico albiceleste al que la Pulga más bancó desde lo discursivo desde que juega en la selección mayor. Porque Leo siempre brilló y brilla dentro del rectángulo de juego, pero por el único DT que alzó la voz para que siga en el cargo fue por Scaloni.
Esto no significa que se haya llevado para el demonio con los otros conductores que tuvo, al contrario, pero ni por Pekerman, Basile, Maradona, Batista, Sabella, Martino, Bauza o Sampaoli manifestó abiertamente en su momento que sus ciclos no debieron cortarse. En cambio, con Scaloni es diferente y bancó este recambio a capa y espada, incluso poniendo todo el compromiso, sabiduría y experiencia al servicio del equipo para que la camiseta argentina siga estando lo más arriba posible en el concierto mundial.
Ayer la Pulga reapareció en el clásico ante Brasil, en Riad, y anotó el único tanto del encuentro. Primero había fallado un penal el brasileño Gabriel Jesús. Pero enseguida, también en el primer tiempo, Messi tuvo la oportunidad desde los doce pasos y contó con una dosis de fortuna porque el rebote del arquero Alisson le quedó servido para establecer el único grito del cotejo. Claro que como suele ocurrir el rosarino acaparó la atención de todos y por su presencia hubo un gran marco en el estadio saudí King Saud University.
El crack rosarino, quien cumplió la sanción impuesta por Conmebol en la Copa América de Brasil tras las duras declaraciones en las que cuestionó el favoritismo hacia el local, ayer volvió a decir presente. Y el soldado más leal de Scaloni estuvo activo, participativo y hasta se dio el gusto de agitar la red tras marrar un penal.
En cuanto al juego el primer tiempo fue parejo, con Brasil que salió a presionar alto y merodeó al arquero Andrada y con Argentina buscando generar desequilibrio por los costados, en especial con Lucas Ocampos en la derecha. Luego, en el complemento los de Scaloni manejaron con suficiencia la pelota y terminaron justificando el resultado ante el poderoso scratch.
El aporte del ex Central Giovani Lo Celso fue positivo en los 60 minutos que disputó, se movió de volante por izquierda, con responsabilidad para retroceder y con la pelota en los pies fue prolijo. Buscó asociarse en la generación con Paredes, De Paul y Messi. Tuvo un rendimiento aceptable y aprovechó la oportunidad.
El ciclo de Lionel Scaloni sigue dando pasos firmes hacia adelante, con un recambio ya consolidado, con Messi disfrutando de estar en la selección argentina y con el gran desafío que comenzará el año que viene de encaminar la clasificación al próximo Mundial.