Alejandro Sabella estuvo en Rosario y Ovación aprovechó para intercambiar algunos conceptos con el director técnico de la selección nacional. No es frecuente que el conductor albiceleste esté por estos pagos y por ello la charla se circunscribió casi con exclusividad a la temática local. Así el DT habló de los jugadores que surgieron en la cantera rosarina y hoy brillan en la selección. "Lionel Messi es de otro planeta y Angel Di María es un jugador vital para nosotros", aseguró. También quedó claro que Pachorra ve con buenos ojos que en el futuro algún partido de las eliminatorias se pueda jugar en Rosario, ya que en su criterio "es una de las ciudades más futboleras del país". A su vez, el entrenador demostró estar al tanto del presente futbolístico de Newell's y Central y aceptó que le "gusta" como juegan los dirigidos por Gerardo Martino y que el equipo que comanda Miguel Angel Russo "está arrancando".
Sabella tiene las ideas claras y para desarrollarlas no le hace falta gesticular ni apelar a un discurso verborrágico. Al contrario, desde su convicción y serenidad logra ser claro y preciso. Seguramente no está dentro del formato de técnicos ampulosos y amigo de los micrófonos, lo que constituye otra de las virtudes que lo llevaron a sentarse en el banco de suplentes más importante del país: el de la selección Argentina. Su aspecto sencillo y bonachón se condice con el idea que busca promover como cabeza de grupo. Porque más allá del brillo propio que tienen las individualidades que integran la selección, para Sabella es fundamental cimentar las bases de grupo.
"Acá es como cuando uno mira una casa lujosa. Que tiene un techo espectacular, quincho, piscina y una chimenea impresionante. Más allá de lo que se observa la clave está en si tiene buenos cimientos que la sostengan. Y en los grupos el cimiento es el espíritu de compañerismo, la mancomunión del conjunto. En esto creo que la selección está muy bien. Se está armando un grupo muy bueno, donde los jugadores se llevan muy bien. Y creo que esto se refleja dentro de la cancha. A veces hay momentos difíciles y los muchachos los saben capear. Tienen un buen equilibrio emocional para saber pasar los momentos desfavorables sin reaccionar, ni perder el control mental", razonó.
—¿Cómo es dirigir a Messi? ¿Qué indicación se le da un jugador que parece que sabe todo?
—Messi es el mejor del mundo y aporta un desequilibrio absoluto. Es un jugador prácticamente de otro planeta. Es muy difícil encontrar un adjetivo nuevo para Leonel. Nunca se sabe si llegó a su techo de rendimiento porque es un jugador de una categoría extraordinaria.
—La cantera rosarina también aporta a la selección a otro distinto como Angel Di María. ¿Qué concepto tiene del ex Central?
—Para nosotros es un jugador vital. Muy difícil de reemplazarlo, que nos da desdoble en defensa y ataque. En ocasiones hace de cuarto o tercer delantero. Además nos ayuda en el medio de la cancha. Es un jugador agresivo, rápido y que tiene gol y pase gol. Es un futbolista de una importancia enorme en la selección.
—¿Su idea es consolidar a Ezequiel Garay (ex Newell's) como zaguero central de cara al Mundial de Brasil?
—Lo cité la primera vez cuando apenas asumí, pero tuvo una lesión en el tobillo. Luego demoré un poco en volver a convocarlo y lo hice en el primer partido de este año en febrero, en Suiza, donde tuvo un rendimiento excelente. Creo que cada vez está mejor. Se fue soltando y entendiendo con Federico Fernández. Soy bastante optimista con el rendimiento de él, es muy importante y muy querido en su club (Benfica).
—Vio jugar a Newell's. ¿Le gusta la propuesta?
—Lo observé toda la temporada y me gusta la propuesta. Ha sido muy elogiado por la gente del ambiente del fútbol. Es un equipo con una propuesta interesante, con un entrenador de jerarquía. Lo destacado es que sabe a lo que juega.
—¿Le sorprende que Central esté por tercer año en la B Nacional?
—Ahora levantó. El año pasado estuvo cerca de ascender. Este año no está River, que es un equipo de mucho peso. Central es como que ahora arrancó la máquina. Tiene un técnico de mucha jerarquía y experiencia como Miguel Russo. Me acuerdo que Russo cuando dirigió a Vélez perdió los tres primeros partidos y después salió campeón, en un torneo corto. Al principio le costó, pero ahora Central está en un muy buen momento.