Ya es como el cuento de la buena pipa. Porque Frank Darío Kudelka tiene las horas contadas como DT de Newell’s, pero hasta anoche al cierre de esta edición si bien se negociaba la salida no estaba resuelta la rescisión y eso aumentaba la incertidumbre. Hoy puede ser un día clave en este sentido para que la dirigencia y el DT lleguen a un punto de entendimiento en pos de que el fin de ciclo sea lo menos traumático posible, ya que la soga se tensó más de lo aconsejable. Incluso, a 48 horas del encuentro del sábado ante Defensa y Justicia, por la quinta fecha del torneo, en el amanecer de la jornada no está definido aún quién se sentará en el banco de suplentes en Florencio Varela. Una situación con no muchos antecedentes en el fútbol. Porque podría estar Kudelka por última vez o el entrenador de la reserva Federico Hernández o bien su colaborador Fabián Garfagnoli, que ya tuvo un interinato en el Parque en 2018.
La salida de Kudelka ya está sentenciada para la dirigencia rojinegra. Pero la rescisión del vínculo no es sencilla, porque la dificultad entre las partes está en acordar el punto de entendimiento económico para dar por concluido el ciclo futbolístico. Una gestión que había comenzado bien, logrando el objetivo de la permanencia y la clasificación a las copas internacionales, pero que terminó deslucida. Con el equipo desorientado en la cancha, tras lo que fue la reanudación de la competencia después del parate por la pandemia de coronavirus.
En el fútbol los resultados mandan y en los últimos tiempos la cosecha leprosa fue muy pobre, con apenas un punto atesorado sobre 18 en juego, lo que sumado al endeble funcionamiento individual y colectivo del equipo precipita la salida del DT. Kudelka tampoco debe ser visto como el “malo de la película”, ya que llegó al club a mediados del 2019 y cumplió la misión para nada sencilla de mantener a Newell’s en primera división oxigenando el promedio, mas allá de que luego se hayan suprimido los descensos. Incluso volvió a catapultar a los rojinegros al plano internacional logrando la clasificación a la Copa Sudamericana que Newell’s comenzará a jugar en abril.
Pero la “serie” de Kudelka tiene una segunda temporada y allí el ciclo entró en una pendiente que no tuvo forma de revertirse. Tras el parate por la pandemia, Newell’s jugó una decepcionante Copa Maradona, a pesar de haberse ilusionado en la previa con lo que le podían aportar al equipo futbolistas del calibre de Maxi Rodríguez y Pablo Pérez, sumado a la llegada resonante de Ignacio Scocco. Al contrario de lo esperado, incluso por los propios protagonistas leprosos, el equipo nunca encontró el funcionamiento para imponer condiciones en los partidos, se hizo frágil atrás, previsible en el medio y no tuvo pimienta arriba. Un combo letal que lo mandó al rincón de la fase complementación de esa Copa Maradona.
Y la crisis se agudizó en el presente torneo con apenas un punto sobre cuatro fechas y lo peor fue que desde el juego tampoco mereció más de lo que cosechó. La última derrota el viernes en el Coloso 2 a 1 ante Independiente fue la gota que rebasó el vaso y allí los dirigentes plantaron la bandera de “ciclo cumplido”. No es nada sencillo destrabar la madeja de la salida, ya que Kudelka insistía con seguir buscando revertir la situación o bien exigía el saldo de todo el contrato restante hasta diciembre como estaba firmado.
Es más, Newell’s ya activó el plan para la sucesión mientras finiquita la salida de Kudelka y allí hay varias opciones de técnicos que surgieron como candidatos. Uno de los nombres potables es el de Germán Burgos, que tendría una luz de ventaja, pero no es el único. Otras alternativas son Gabriel Batistuta, Fernando Gamboa, Juan Pablo Vojvoda, Mariano Soso, Rolando Schiavi y Jorge Almirón. ¿Habrá más? Primero debe resolverse la salida de Kudelka y luego se definirá quién tomará el timón del club en la dirección técnica del equipo del Parque. Son días agitados, de reuniones, idas, vueltas y se acerca la hora de las definiciones.