En tiempos de emergencia, de cualquier índole, lo mejor es escuchar a los especialistas en la materia. Y así aprender de sus protocolos para tratar de emerger de las crisis sin grandes consecuencias. Por eso, en el caso particular que transitan Newell's y Central sería saludable que los directivos respectivos incorporen el mensaje que no hace mucho tiempo dieron Gerardo Martino y Miguel Angel Russo con relación a la problemática que afrontarán los clubes en la próxima Superliga.
Porque no es casualidad que ambos entrenadores hayan coincidido en que "la tranquilidad" es uno de los aspectos fundamentales para superar las dificultades que plantea el promedio.
El Tata no hace mucho tuvo una activa participación en una reunión en la que convergieron agrupaciones opositoras en la búsqueda de eventuales soluciones financieras para ayudar a fortalecer futbolísticamente al plantel de Newell's y a su paso sembró las palabras "paz y unidad", al menos hasta que pase el temblor.
El actual conductor del seleccionado mexicano en cada contacto con sus amigos de Rosario reiteró esto como una receta magistral, de comprobada eficacia, ya que durante su paso como entrenador de Newell's alineó a todo un club detrás de este mensaje, ciclo que con la articulación de las partes en un plan de calma no sólo consiguió sacar al equipo de la zona de incertidumbre sino que además logró conquistar un campeonato.
Russo, reconocido piloto de tormentas en Central, semanas atrás ratificó que para superar este trance es fundamental contar con "liderazgo y tranquilidad", porque no hay peor consejero que la ansiedad.
"No hay nada más caro que un descenso", avisó Miguel, recomendando que es fundamental transitar la búsqueda del objetivo sin confrontaciones estériles, las que en su caso siempre evitó al ponerse al frente de todas las determinaciones que hacían al fútbol profesional.
Los interrogantes
Y por supuesto que surgen interrogantes en torno a las dirigencias, porque si de algo carecen es de liderazgo.
¿Podrán los directivos de Newell's y Central generar ese clima de tranquilidad indispensable para transitar el desafío que les impone la próxima temporada?
¿Serán capaces de reducir el amplio margen de error exhibido y despejar a las instituciones de la habitual conflictividad colateral que generan por no comunicar como es debido?
¿Entenderán acaso que deberán tender puentes políticos para generar el imprescindible consenso con aquellos sectores razonables de la oposición?
Vale especificar que en ambos clubes existen sectores opositores que han evidenciado comprender la magnitud del problema que el promedio formatea.
La Superliga presenta un desafío exigente para Central y Newell's. Que suma complejidad porque las precarias situaciones financieras de los clubes inhibe las pretensiones de potenciar a los planteles con contrataciones de refuerzos de comprobada jerarquía. Fundamento en el que actualmente hacen anclaje las evidentes demoras en la llegada de las contrataciones.
No es ninguna revelación afirmar que en el fútbol muchas veces la idea es más trascendente que el dinero y en ese sentido abundan los ejemplos, porque se han conformado equipos competitivos con recursos no tan rutilantes, pero sí prácticos y utilitarios, al servicio de un proyecto determinado.
Pero más allá de las ideas y de los recursos, sin dudas que la prioridad como estrategia colectiva es la conformación de un clima de armonía para transitar el difícil camino que traza la próxima temporada y esto no implica eximir a las dirigencias de sus responsabilidades, sino que se trata de priorizar lo urgente. Y lo que urge es la permanencia. Luego habrá tiempo para los cambios que eviten volver a los tiempos de emergencia.