A principios de semana Coudet estaba tranquilo. Tenía a todos a disposición y estaba decidido a darle continuidad al equipo, pero otra vez los imponderables hicieron lo suyo y se vio obligado a cambiar. Es más, el miércoles probó un once pero ayer se decidió por otro, quizás para tener más experiencia en un momento en el que se quedaron de a pie dos pesos pesados como Damián Musto y César Delgado.
Así, el dibujo táctico no será igual al del inicio ante Huracán y se asemejará al que usó desde el primer minuto del complemento y que le dio más frutos. Aunque claro, los intérpretes serán otros.
Ya sin Musto ni el Chelito, Coudet paró el miércoles este mediocampo: Colman y Nery Domínguez como doble 5, y adelante Montoya, Cervi y Jonás Aguirre, con Ruben solo adelante. Un dibujo símil al que usó de entrada con el Globo. Pero ayer, ya con el regreso de Franco Niell a los trabajos (se ausentó por el fallecimiento de un familiar), apostó por su experiencia y un sistema más clásico: 4-4-2.
Colman se parará como lo hizo en el complemento del último partido, claro que al lado de Nery Domínguez, Cervi lo hará por la derecha, el ingresado Jonás Aguirre por izquierda y arriba Niell-Ruben.
Con ese dibujo, Central fue más punzante y, pese a que Coudet ideó un partido de mayor tenencia con Colman, recién fue más productivo cuando rompió el doble 5 y Delgado tomó la posta.
Los pases profundos fueron casi todos del Chelito y por eso su ausencia es sin dudas importante. El ex Chacarita deberá asumir un rol más efectivo, porque a la hora de pedirla y ser referencia, sin dudas sacó un aprobado.
Con Montoya hubieran sido 5 surgidos hace poco de la cantera en cancha (junto a Salazar, Aguirre, Cervi y Yeimar) y quizás Coudet fue a lo seguro con Niell.
Además viajaron Manuel García, Jonathan Ferrari, José Luis Fernández, Montoya, Walter Acuña, Maxi González y Pablo Becker, por primera vez citado en este ciclo.