Debe ser el jugador que más lo seduce desde lo técnico y táctico. Gustavo Colman era un desconocido para el grueso del fútbol argentino cuando se sumó a Central. Pero no así para Eduardo Coudet. El volante venía de un parate considerable en Turquía. No obstante, los pocos minutos que estuvo en escena le bastaron para regar de calidad cada cancha que pisó. Y cuando pintaba para ser titular, se desgarró. En cambio, ahora está recuperado y con ganas de salir desde el vamos nuevamente. El Chacho, agradecido. Tan es así que el entrenador canalla tiene en mente probarlo y exigirlo en el doble turno de hoy para ver cómo responde con la bocha bajo la fina suela y a la hora de encarar la rutina física. Si está todo okey, se perfila para salir el sábado frente a Huracán en la foto inicial.
Central es un equipo intenso. Cuenta con jugadores muy veloces y punzantes. Sobre todo en el mediocampo. Aunque salvo el Chelito Delgado, el resto no es de hacer una pausa cuando el equipo o partido lo necesita. Y eso termina atentando contra la propia voluntad. Por eso Coudet espera con los brazos abiertos a Colman. Sabe que es el único, en la previa, que puede aportar el freno justo cuando la mayoría acelera sin rumbo. Su jerarquía es otro plus.
Ni hablar de la clara visión para hilvanar jugadas. O para cortar el juego cuando el rival avanza. Porque el “Colmandante” puede hacer tanto el trabajo sucio en la zona de contención como erigirse en la usina de fútbol. Es un 2 por 1. Lo demostró en algunas ocasiones. En cuentagotas si se quiere. Porque tuvo poca participación. No por casualidad. Sino porque la idea del cuerpo técnico era que se readaptara al fútbol argentino de manera progresiva y sin exigir las piernas porque su paso por Turquía fue intermitente el año pasado. Y la poca actividad pasa factura en cierto momento.
Por eso entraba en los segundos tiempos. Sumaba minutos. Y lo hacía con creces. Hasta deleitando al público canalla, que ya lo mira de otra manera. Lo respeta y espera verlo en forma con el objetivo de disfrutarlo 90 minutos. Colman destila potrero, pese a sus delicados movimientos cuando lleva la pelota en los pies. Sabe como accionar la presión. Como raspar y ordenar al resto de sus compañeros. Capta el mensaje que le tira el Chacho a la perfección. Tiene el manual de estilo en la mente.
Por eso Coudet lo espera. Es el remedio al problema que tiene en el medio. Lo exigirá hoy y lo irá evaluando en el día a día. Pero sin correr riesgos porque tampoco quiere pasarlo de rosca de golpe. Es un torneo largo y lo necesita a pleno. Pero si lo tiene para el sábado, mejor.