Central impone respeto. A veces, en realidad la mayoría, demasiado. Y por eso les sacó tanta diferencia a 17 de sus 19 rivales. La muestra más que clara se vio en Pergamino. Allá, un Douglas Haig más local que nunca no arriesgó a perder el punto que tenía ni cuando quedó jugando con dos futbolistas más en los 20' finales, en los que el conjunto dirigido por Miguel Russo había priorizado notoriamente defender también esa unidad que le caía fenomenal, de acuerdo a la circunstancias con las que se dio el trámite del juego. Es por esto que el gran objetivo de ascender está más cerca de cumplirse.
Y eso que sin dudas no fue una buena presentación canalla. Pero le alcanzó con actitud y presencia. La primera quedó de manifiesto en cómo jugó Javier Toledo, que las peleó a todas y enloqueció a los defensores pergaminenses con buenas armas y no con codazos innecesarios. Encima marcó el gol del 1 a 0, que fue más que importante para él, más aún para Central.
Douglas jugó a peleársela, sabiendo que futbolísticamente no podía ni hacerle sombra, por más que llegaba bien parado por la gran racha de sumar 20 puntos en los 9 partidos dirigidos por Mostaza Merlo (venía de perder en La Plata). Y sólo por un par de errores puntuales se le complicó a Central. Porque Valentini entró mal y con dos faltas sobre Mazza se fue al vestuario (23'). Porque con el 1-1 que no peligraba Néstor Bareiro se mandó la macana de hacerse expulsar a los 69'. Y ni con dos menos se presagiaba un mal resultado.
Claro, Merlo no mandó a su equipo muy adelante, el riesgo no estaba en su estrategia. Al punto lo tenía anotado como positivo. Es lógico, viendo la campaña canalla, sólo Olimpo le había robado un punto casi al final de la gran racha de 15 victorias, luego de 12 al hilo.
Y a este gran respeto se lo debe tener muy en cuenta para analizar cómo se lo ve a Central.
A este equipo que ya prácticamente ascendió. Al que sólo las cuestiones matemáticas no le permiten decirlo, más allá de que hoy alguno pueda mirar muy hacia atrás (un año para ser precisos) y privilegie la cautela. Es que restan 8 partidos, 24 puntos en juego, y la ventaja sobre ese 4º que ¿preocupa? es de 12 unidades.
Y la sensación es que en el sprint final no quedan equipos que se le animen a Central. Ahora viene a Arroyito un Crucero del Norte que pelea por no descender, que suma 28 puntos menos. Visita a un Ferro que no pelea nada y está por allá abajo. Recibe al irregular Defensa y Justicia. Y viaja a Jujuy para jugar con un Gimnasia que ayer casi se despidió (quedó a 9 de Olimpo).
Y Sarmiento, ese rival más próximo (una forma de nombrarlo), a 12 unidades, tiene por delante a Alte. Brown de local, visita a Douglas, recibe a Crucero y va a Ferro.
Por lo que si Central mantiene esta distancia, como así parece, a la bandera a cuadros la verá mucho antes.