Imaginar combinaciones para luego crear alimentos saludables tentadores es un arte. No todos tienen éxito en ese camino, porque si bien el gusto por los sabores es siempre subjetivo también es verdad que hay un saber de quienes lo comercializan exitosamente. Un grupo de gastronómicos rosarinos entendía esta premisa, llevaban un tiempo pensando en ofrecer productos saludables en Rosario y decidieron que lo mejor era traer una marca ya probada. Fue así como se contactaron con la empresa porteña Green Eat en 2017 y, tras una alianza estratégica, apostaron a traerla a la ciudad. La marca se consolidó y se hizo fuerte en su local del Alto Rosario y hoy la aventura es seguir haciéndola crecer. Con esa meta, están atentos a distintos locales que los seducen.
Los protagonistas rosarinos de esta historia son los emprendedores del Grupo 83, mientras que los porteños que idearon Green Eat son el Grupo Jaka, que también controla Tea Connection. Con ellos eligieron un formato de alianza, no son una franquicia, sino que priorizaron estar mucho más cerca en el negocio. Suplemento Negocios de La Capital entrevistó a Reinaldo Bacigalupo, miembro original del grupo, para conocer de cerca los proyectos que se vienen. “Para nosotros la historia con Green Eat es muy linda, siempre quisimos apostar a lo saludable y considerábamos que era muy difícil hacer algo de este estilo desde cero, a diferencia de otros monoproductos que son más simples porque llevan menos ingredientes. En Green Eat hay muchísimos insumos, recetas e incluso productos que no son fáciles de conseguir”.
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Las góndolas donde se exhibe la comida saludable en el local del Alto Rosario.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
El cambio de tendencia respecto al consumo y la alimentación es claramente mundial, Reynaldo habla de lo que significó pasar del fast food a un concepto de fast good. Esa idea fue planteada hace muchos años por el chef catalán Ferran Adriá, que buscaba ofrecer una comida rápida, sana, rica, de calidad a un precio razonable, adaptando su saber a lo que requería la ágil sociedad. Bajo esa idea, hoy se trabaja en los locales de Green Eat, donde el gerente de Marca en Rosario, Fernando Cardozo, explica que “usamos unos 200 insumos en la cocina y la carta se cambia dos veces al año. La premisa es comer rico y sano, pero a eso yo le agrego casero, porque todos los productos se hacen en el día y los que no se venden, al final de la noche, se donan”. Cada día, esa donación, que suele ser de un 1% de lo que producen, la hacen a la organización social “Abrazades a un sueño”.
Uno de los factores que los hace estar fuertes en el mall rosarino es que allí opera el gimnasio Megatlón, lo que también les acerca el público ideal para sus productos. Florencia Dzafiropulos, a cargo del área de marketing, recuerda que cuando desembarcaron en el shopping “la gente estaba agradecida de encontrar una propuesta así en un patio de comidas” y añade “la alimentación ha cambiado mucho, el consumidor hoy está muy informado sobre lo que está dispuesto a comer y lo que no”.
Lo nuevo entre manos
La apuesta del equipo rosarino de Green Eat es dar pasos firmes y estratégicos. Reinaldo explica que no se apresuran en hacer nuevas aperturas porque quieren encontrar el lugar indicado. Adelanta que están mirando con buenos ojos la posibilidad de llevar Green Eat a la zona del Paseo del Siglo, les interesa estar puntualmente en la esquina de Presidente Roca y España porque el tipo de alimentación que propone la marca es ideal para quienes trabajan en oficinas y no tienen tiempo de sentarse a esperar un menú. Ellos tienen todo listo y hecho en el día a disposición a la vista en la góndola.
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"Recién hecho, por eso es más rico", ese es el lema en Green Eat.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Otra de las zonas que están estudiando es el barrio de Pichincha, pero no en las clásicas cuadras donde ellos ya operan con otras marcas, sino buscar áreas donde se proyectan nuevos edificios de oficinas. Es que una de las búsquedas de los gastronómicos de esa zona es que la demanda se sostenga en todos los horarios del día y no que sea sólo una propuesta nocturna porque este es un negocio que, para que sea rentable, requiere de una buena rotación de clientes. Reinaldo define que les gustaría que Green Eat sea “el fast good de cada barrio o polo gastronómico de la ciudad” aunque aclara que la marca requiere zonas que tengan “un alto tránsito, con buen flujo de gente, porque producimos permanentemente y si bien se dona lo que no se consuma, ese porcentaje no debe ser mayor al 3% o 4% porque si no vas a pérdida”.
Una buena experiencia que relatan es la de haber llevado Green Eat a eventos especiales como el Festival Bandera que se hizo en el predio de la ex Rural. Allí colocaron dos stands y tuvieron muy buena recepción entre los nuevos consumidores, que buscan valor agregado de este tipo a la hora de alimentarse, estén donde estén. Por otro lado, agregan que para quienes no son habitués de los patios de comidas en Rosario se puede pedir productos de Green Eat utilizando las aplicaciones de envío.
La profesionalización del sector, un eje clave
Una búsqueda constante de quienes son gastronómicos es conseguir personal idóneo para cada función. Para Reinaldo es muy importante que los jóvenes vean al sector como un espacio de crecimiento, donde pueden hacer carrera, por ejemplo, ingresando en una posición de principiante, pero luego ascendiendo. Justamente el caso de Fernando fue así, él cuenta que comenzó como lavacopas cuando era muy joven y hoy es gerente de Marca de tres de los locales del Grupo 83, donde maneja un equipo de más de 20 personas. Ambos coinciden que sería muy importante que en la ciudad haya más oferta de profesionalización para los jóvenes que quieran hacer carrera en el sector gastronómico.