Los accidentes automovilísticos figuran en el cuarto lugar en la lista de hechos que mayores muertes produce a nivel nacional. Durante el 2022, de acuerdo a las estadísticas producidas por Luchemos por la Vida, fueron 6.184 muertes por esta causa.
Los accidentes automovilísticos figuran en el cuarto lugar en la lista de hechos que mayores muertes produce a nivel nacional. Durante el 2022, de acuerdo a las estadísticas producidas por Luchemos por la Vida, fueron 6.184 muertes por esta causa.
Según explicó el subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Osvaldo Aymo, a la hora de analizar las implicancias de los siniestros viales interceden tres factores: el humano, el vehicular y el ambiental. Como el primero es imperfecto por naturaleza, se apunta a mejorar los dos restantes con el objetivo de llegar a lo que los suecos definieron como el paradigma Visión Cero, que hace referencia al número aceptable de muertes por choques y otros problemas de tránsito.
“Lo que plantean es el diseño y la innovación tecnológica de la vía y del auto para no pagarlo con la vida. Ellos lo que hicieron es proponer adelantos como los ADAS, o Advanced Driver Assistance Systems, que son dispositivos auxiliares electrónicos en los vehículos para asistir al conductor en determinadas situaciones que se presentan cuando se maneja", explicó Aymo a Motores.
Uno de estos ejemplos es el Control de Estabilidad, obligatorio para todos los autos 0km que se vendan en territorio nacional desde enero del 2022. Se trata de una herramienta que permite mantener el control del auto al realizarse maniobras de emergencia como al momento de esquivar objetos, reduciendo las posibilidades de despistar o volcar.
“El control de estabilidad es uno de los elementos que más gente salvó en el mundo después del cinturón de seguridad de tres puntos”, señaló Aymo y destacó que la tasa de uso de cinturón de seguridad en Argentina es de tan solo el 50%, un número que evidencia la necesidad de continuar concientizando sobre su importancia al salir a la calle.
A principios del 2016 se fijó como obligatorio el ISOFIX, un modo de anclaje de dos puntos que permite fijar la silla del bebé al asiento del vehículo de forma fácil y segura, garantizando su correcta instalación. Otro cambio se dio el primero de enero del 2014, cuando se estableció como exigencia contar con dos airbags frontales y con ABS.
Otro elemento con el que se innovó es con el sistema de mantenimiento autónomo de carril, el cual aún no es obligatorio en Argentina. Según Aymo, además de los modelos del fabricante premium Volvo y de autos de alta gama como son las marcas BMW y Mercedes Benz, otras empresas están incluyéndolos en sus nuevas ediciones. Este es el caso del Chevrolet Cruze o del Ford Focus.
“El mismo permite que el auto detecte el costado del carril y enderece la marcha, es decir que pasa por sobre la decisión de la persona y corrige la dirección del vehículo. Esto es importante porque el 51% de los choques en Argentina se dan de frente y aportan el 60% de las muertes”, sostuvo el especialista en seguridad vial.
Más adelantos que están dando de que hablar en el sector son los detectores de sueño, dispositivos que leen la pupila del ojo del conductor y el parpadeo para medir si se está quedando dormido, momento en el cual emiten el sonido de una chicharra para despertarlo. También el sistema Alcohol Interlock que impide el arranque del vehículo cuando el conductor ingirió bebidas alcohólicas. Y por último, la novedad del 2023 que son los chips de geolocalización ubicados dentro de los airbags y que, en caso de estallar, disparan una alerta a los servicios de emergencia para que estos ubiquen el choque y puedan acudir a asistir a los involucrados en pocos minutos.