instituciones que trabajan para frenar el hostigamiento que se da entre alumnos. Un panorama
del problema y de las soluciones encaradas desde la sociedad civil.
(INFOCÍVICA, Buenos Aires, 29 de enero de 2008). La chica que no quiere volver al colegio por
culpa de los compañeros que le dicen “gorda boluda”. El chico de quien se burlan porque
tiene problemas de audición. La alumna a la que discriminan en su año diciéndole
“villera”, pero que a su vez tiene un grupo de amigas que margina a los gordos. Todas
estas situaciones implican violencia, y se engloban en lo que últimamente se denomina
“bullying”, es decir, matonear, hostigar, verbal o físicamente. Mañana, coincidiendo
con el aniversario de la muerte del gran líder pacifista Mahatma Gandhi, se celebra el Día Escolar
de la No Violencia y la Paz, y, pese al receso de verano, es interesante conocer qué están haciendo
las ONG argentinas ante este panorama.
Las burlas entre alumnos siempre existieron. Pero en los últimos años, masacre de Patagones
mediante (episodio en el que un adolescente mató a tres compañeros de colegio), el tema se instaló
con más fuerza. En ese proceso, un grupo de psicopedagogos formó el Equipo “Bullying
Cero”, para concientizar a la sociedad sobre lo necesario que es encarar este problema.
María Zysman, integrante del grupo, cuenta: “atendemos pacientes con cuadros graves, o
dificultades serias por situaciones de hostigamiento. Por otra parte, realizamos actividades de
prevención, que es una tarea muy lenta, con talleres, charlas con padres y congresos”.
En City Bell, en 2000, se formó el Centro de Amparo, a raíz del trabajo de padres agrupados
en un foro vecinal. Susana Volpi, su presidenta, explica: “Cuando hay un hecho de violencia
en la escuela, nos llaman, vamos e intervenimos, hablamos con los padres de los involucrados y con
los demás actores.” Volpi agrega que, a lo largo de estos años, atendieron más de 2500 casos
de violencia escolar.
Desde una perspectiva basada en el psicoanálisis, el Centro Dos también realiza conferencias,
seminarios y talleres, dirigidos a docentes, psicólogos, psicopedagogos y directivos de escuelas.
Ya en 2004, el Centro formó un Departamento de Educación y Asesoramiento a Escuelas, en los que se
enfrenta las situaciones de “bullying”.
La problemática de la violencia en las escuelas atraviesa todo el país. En Rosario, la ONG
Nacimiento tiene programas de prevención de violencia en escuelas de esa ciudad y alrededores. Su
titular, Roberto Salinas, informa que en la zona de acción de la entidad “la situación es
compleja, en primer lugar, porque la escuela no es ajena a la creciente violencia que nos invade
cotidianamente. Por otra parte, los docentes tienen que convivir con la violencia propia de la
institución-sueldos magros, inestabilidad laboral-, la violencia de los chicos que asisten a la
escuela, y la de padres y adultos en general”.
La Fundación Poder Ciudadano, a través del Programa Escolar de Resolución de Conflictos (PYN,
por sus siglas en inglés), capacita a chicos para resolver situaciones de conflicto utilizando
herramientas de análisis y negociación. El año pasado, 2300 alumnos, de distinas provincias, se
graduaron como “Jóvenes Negociadores”. El Programa también trabaja junto con los
docentes, analizando las normas de las instituciones educativas.
¿Cuáles son los motivos más comunes de hostigamiento entre alumnos en Argentina? Zysman
precisa: “En general, se da el hostigamiento hacia chicos con conductas muy rígidas, por
ejemplo, que juegan siempre a lo mismo. Por supuesto, que la agresión al chico que es gordo es
bastante común. También sufren las chicas tímidas, o con anteojos”.
El Foro Contra la Discriminación reúne a distintas ONG y tiene un centro de denuncias, cuyo
director es Daniel Barberis. Él detalla que recibieron 25 denuncias por discriminación en escuelas,
durante 2007. “La mayoría están relacionadas con el aspecto físico, con chicos a los que les
dicen ‘negro’, ‘villero’, o ‘gordo’”, agrega.
Volpi, del Centro de Amparo, enumera los casos más comunes con los que se encuentran:
“Y, el chico que es tímido sufre mucho ‘bullying’. Al que usa anteojos, o al
chico gordo, ni te cuento. Hasta tuvimos un caso de un chico medio sordo, con el que se ensañaban
los compañeros”.
En tanto, Salinas sintetiza lo recolectado como motivo común de burla: “el hecho de ser
morocho, tener o no determinadas marcas de ropa, tener o no determinados hábitos de
‘machos’ entre los chicos, o ciertas libertades entre las chicas”.
Las ONG involucradas en el tema encuentran distintas causas a la existencia de estas
actitudes entre alumnos. “Muchos de estos chicos vienen de familias agresivas, o tienen
padres que prefieren que su hijo sea así, porque es visto como ‘exitoso’, como un
‘líder’”, reflexiona Zysman. Por su parte, Barberis piensa que “como la
institución educativa está degradada, nadie tiene la voz de mando. Y como nadie puede ordenar, en
un sentido positivo, es un vale todo. Tanto él como Zysman coinciden en un dato llamativo: que
reciben más denuncias de nenas hostigadoras que de nenes.
¿Soluciones? Para la licenciada Alejandra Marroquín, del Centro Dos, hay que realizar
“un trabajo en equipo entre los adultos que conforman la comunidad educativa, para ubicar los
malestares de cada institución, tratar de localizar el conflicto, comprenderlo y pensar estrategias
posibles y singulares a la realidad de cada escuela”. Por su parte, Barberis, del Foro contra
la Discriminación, cree que el Estado debería apoyar con programas a las ONG que se dedican a
encarar la violencia escolar.
En poco más de un mes se inician las clases, y, para muchos chicos, también se reinicia el
sufrimiento. Y no por una mala nota. Para las ONG entrevistadas, el bullying es un tema de la
agenda educativa que merece la atención inmediata de la sociedad, especialmente en un contexto de
violencia creciente.
Para mayor información, comunicarse con María