El gobierno provincial autorizó un aumento del 40,8 por ciento en la tarifa de Aguas Santafesinas para el primer semestre del año de manera desdoblada. En el bimestre que arranca en febrero la suba será del 28 por ciento, y en junio se abonará el 10 por ciento adicional con carácter acumulativo. Además, la gobernación dejó abierta la puerta para incrementos adicionales "para el cuarto y quinto bimestre, a criterio de la autoridad de aplicación", en sintonía con el planteo global de revisión tarifaria que había efectuado Assa para 2017 en torno al 89 por ciento.
A través de una resolución firmada ayer por el ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay, la gestión de Miguel Lifschitz autorizó a Assa a incrementar los montos que factura a sus clientes en 15 localidades de Santa Fe.
Según la determinación ministerial, la tarifa aumentará un 28 por ciento en el segundo bimestre que arranca a facturarse en febrero, y un 10 por ciento adicional y acumulativo en el tercer bimestre, desde junio, lo que arroja un total de 40,8 por ciento.
En diálogo con LaCapital, Garibay fundamentó su decisión. "El año pasado Aguas tuvo un déficit del 38 por ciento en su estructura operativa que tuvo que ser cubierta por la provincia por el alza de costos a raíz de distintas variables macroeconómicas", sostuvo.
"A ese desfasaje —continuó— hay que sumarle los recursos que viene aportando el Tesoro provincial para grandes obras, como los acueductos que no se hacen con lo que pagan los clientes de Assa".
Garibay remarcó que la gestión actual ha tomado la decisión política "de avanzar gradualmente, en los cuatro años de mandato, hacia un esquema de eliminación de los subsidios que aporta la provincia para sostener la operatoria de Aguas, que no opera en todo Santa Fe sino en 15 localidades".
En ese marco, la gobernación convalidó una suba del 40,8 por ciento para el primer semestre a los efectos de "sumar recursos por vía cobro de factura para reducir el aporte del Tesoro".
El ministro de Infraestructura apuntó que el aumento avalado "está por debajo de lo autorizado por el propio Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). Y aún con la tarifa aumentada, Assa cobra valores menores a la mayoría de los operadores del país".
En el texto legal que firmó, Garibay aclaró que la decisión se toma "sin perjuicio de la eventual consideración de incrementos para el cuarto y quinto bimestre, a criterio de la autoridad de aplicación".
Ese planteo se condice con la solicitud de Assa. De hecho, la compañía sanitaria pretendía subir la factura del agua en cuatro tandas: 38 por ciento en el primer bimestre del año y luego tres subas adicionales del 11 por ciento. Al ser ajustes acumulativos el alza total llegaba al 89 por ciento.
El presidente de Assa, Sebastián Bonet, había justificado el pedido en el impacto que tuvo para la empresa el tarifazo energético del 300 por ciento y la devaluación en la adquisición de insumos importados.
Al respecto, Garibay señaló: "Hay mucha incertidumbre sobre el devenir económico del año en materia inflacionaria, de insumos importados por la evolución del dólar, de los aumentos salariales".
"Por eso —siguió— nos pareció prudente definir un esquema para el primer semestre y revisar la situación a partir de julio con números más claros. De ser necesario se ajustará nuevamente, sin necesidad de convocar a audiencias públicas, porque es el mismo expediente ya tramitado".
La resolución incluyó dos párrafos conceptuales que complementan este criterio. "No es posible soslayar las recomendaciones y manifestaciones oídas en audiencias públicas en cuanto a la consideración de la situación socioeconómica de los usuarios, también como condición de validez de los actos estatales", indicó.
Y agregó: "La razonabilidad y gradualidad de los ajustes resulta un derecho patrimonial con rango constitucional de protección", tomando en cuenta fallos recientes de la Corte Suprema.
"El aumento está por debajo de lo autorizado por el ente regulador. Y también de las tarifas en gran parte del país"